Hemos podido comprobar como el recién elegido secretario general de los socialistas en nuestro país, Pedro Sánchez, en sus primeras declaraciones, decisiones y acciones que ha tomado, han sido tan desafortunadas y tan erráticas, que ha demostrado que para un personaje público que pretende ser un hombre de Estado está todavía en fase embrionaria. Y lo que es peor, si le aplicamos el famoso dicho de por sus hechos les conoceréis, esos hechos nos demuestran claramente que a Pedro Sánchez le han salido los tiros por la culata en la mayoría de las veces que ha tomado decisiones o ha abierto la boca.
No hay que irse muy lejos en el tiempo, ya que lo más reciente ha sido el bochornoso espectáculo que han dado los socialistas españoles intentando sabotear la candidatura de Miguel Arias Cañete para conseguir ser Comisario de Energía y Medio Ambiente de la Unión Europea.
Cabe recordar que anteriormente en ese mismo plano, intentó algo parecido con el Presidente de la Comisión Juncker, y se encontró de bruces con el rechazo de parte de su propia delegación en Bruselas, así como la reprimenda de sus socios socialistas europeos por no respetar los pactos alcanzados con los populares europeos en el Parlamento Europeo.
Pero la historia se ha vuelto a repetir, y eso nos demuestra que el Señor Sánchez lamentablemente no saca conclusiones de sus propios errores.
Fue Pedro Sánchez quien dijo que el Ministerio de Defensa sobraba, y tuvo que corregirlo inmediatamente su partido
Me limito a recordar lo que ha ocurrido la semana pasada en Bruselas, ya que el bochornoso episodio de ver votando a favor de Miguel Arias Cañete, para conseguir que fuese el Comisario Europeo español, a todo el grupo socialista europeo excepto a la delegación socialista española por mandato de Pedro Sánchez, no sólo hace daño a la imagen de España, sino que coloca a los socialistas españoles una vez más con una pérdida de rumbo infinita, alineados en este caso con la extrema derecha de Le Pen y Farage y la extrema izquierda de Podemos y Bildu en la Cámara Europea, además de no haber sentado nada bien esa ruptura de disciplina de voto entre las filas socialistas europea, una vez más.
Pero no hay que ir tan lejos en la distancia, para recordar los desilusionantes episodios que ha protagonizado Pedro Sánchez en nuestro país.
Recordemos también que algunas de las «perlas» soltadas por el secretario general del PSOE se circunscriben en algunos casos a asuntos transcendentales para nuestro país, y así cabe recordar cómo fue el propio Pedro Sánchez quién dijo que el Ministerio de Defensa sobraba, y tuvo que corregirlo inmediatamente su propio partido en un comunicado.
O también dijo que las personas asesinadas por violencia de género debían de recibir funerales de Estado, precisando él mismo poco tiempo después que no se había expresado bien.
O rectificación sobre rectificación, tuvo que volver a hacerlas sobre aquellas declaraciones que hizo en su campaña interna de las primarias socialistas cuando dijo que quería ver a Cataluña como Nación.
Son varios ejemplos de sus desafortunadas declaraciones y acciones que bien quiero pensar por inexperiencia, o por intento de ser populista, ha sido el bagaje de sus primeras intervenciones en su nuevo puesto.
De todas formas, Pedro Sánchez se equivocará si pretende que apareciendo como lo ha hecho él mismo, en los programas de salsa rosa, le puede limpiar la imagen de decepción que ha provocado en la sociedad española desde que ha sido elegido como secretario general de los socialistas españoles.
Carlos Iturgaiz