Los analistas avanzan que las bolsas van a seguir subiendo, también la española. De momento, el selectivo español se ha dejado en octubre un 3,2 por ciento. La marcha de la economía europea, los resultados de los test de estrés a la banca, la publicación de resultados… El mes ha estado cuajado de buenas y malas noticias que han logrado cotizar más que las primeras. Va a ser complicado que la buena evolución de la economía española quede al margen de lo que ocurra en el resto de Europa, sobre todo con nuestros principales socios. De momento, lo estamos logrando. El INE confirmaba esta semana que el PIB creció en el tercer trimestre del año un 0,5 por ciento por lo que en tasa interanual lo está haciendo ya al 1,6 por ciento. El ministro de Economía decía estos días que a final de año la tasa de crecimiento estará en el 2 por ciento. Son muy buenas noticias, pero me reafirmo en lo que dije el miércoles, la corrupción lo está tapando todo y además este crecimiento aún no es percibido por los ciudadanos como una mejora en sus condiciones de vida y trabajo. Además, están las dudas sobre si este ritmo de crecimiento se podrá mantener a lo largo de 2015 si nuestros socios fallan. Es verdad que tanto el BCE como la Comisión Europea están poniéndose manos a la obra. Con medidas y con dinero. Ya se han aprobado 300.000 millones para inversiones en infraestructuras y el BCE, al margen de las medidas de estímulo que pueda tomar, va a ser muy riguroso con los bancos que no presten. Nadie quiere ver a la eurozona abocada a una tercera recesión.
Igual la salvación pasa por inocularnos el virus «podemos» para ir a una auténtica y profunda regeneración
Habrá que seguir de cerca los pasos de Francia e Italia y también de Alemania para ver si estas negativas perspectivas se cumplen o no. Y si España es capaz de mantener el ritmo a pesar de dos circunstancias negativas que ya algunos analistas de peso empiezan a poner encima de la mesa: la llegada de Podemos y la apuesta separatista de Cataluña. Esta semana conocíamos un informe de Barclays en el que apunta a estas dos variables como un riesgo para la recuperación de España en 2015. Yo me permito añadir la corrupción. Se ha abierto la caja de los truenos, la porquería se ha extendido por todo el país y de forma transversal y no estoy segura de que los partido estén involucrados en la lucha contra esta lacra como los ciudadanos en general y sus propios votantes en particular, demandan. La desmoralización de la población es de tal calado que ya no son pocos los que creen que el sistema se cae a trozos y que o se cambian desde dentro a fondo, radicalmente, o quizás asistamos a un período de cambio profundo que no sabemos muy bien a dónde nos conduce. Sí, se toman medidas, como las aprobadas el viernes por el Consejo de Ministros, pero quizá llegan tarde y posiblemente ya no convencen a una gran mayoría. Como dijo mi compañero Jaime González hace unos días, igual la salvación pasa por inocularnos el virus «podemos» para ir a una auténtica y profunda regeneración. Veremos.
Carmen Tomás