La tasa de paro podría reducirse más de 10 puntos hasta 2018. Así lo refleja el último informe presentado por el Consejo Empresarial para la Competitividad. Una tasa de paro sobre la población activa por debajo del 15 por ciento supondría la creación de 2,8 millones de empleos, que podrían ser 800.000 más que procederían de la afloración de economía sumergida, de los que el 80 por ciento está en empresas de menos 5 trabajadores. Para ello, el Consejo que preside el presidente de Telefónica, César Alierta, recomienda una serie de medidas que profundizan en las reformas llevadas a cabo hasta ahora, pero que son insuficientes para dar un impulso al empleo que es la primera preocupación de todos. De la reducción de algo más de 10 puntos en la tasa de paro serían responsables por una parte la recuperación económica, 3,3 puntos; la excelencia en el campo educativo, 0,9; mejora del marco institucional y aumento del tamaño de las empresas, 4,2 y del impulso de la economía del conocimiento y energía, 1,9 puntos. Para Alierta, estas reformas son posibles, buenas independientemente del ciclo, no son ni de derechas ni de izquierdas y llevarían a situar a España entre las 10 economías mejores del mundo.
El informe ofrece algunas cifras que conviene recordar cuando hablamos de desempleo y de economía sumergida. Por ejemplo, el fraude laboral en España es el doble que el promedio de Alemania, Francia y Holanda. Si se consigue reducir al 11 por ciento del PIB estaríamos hablando de 800.000 empleos y de un 1 por ciento de PIB, más de 10.000 millones de euros. También es imprescindible en la lucha contra el desempleo aumentar el tamaño de las empresas. De las 3 millones que existen en nuestro país, apenas el 0,8 por ciento son medianas y grandes y éstas son más productivas, innovadoras y exportadoras. Hay, según el estudio, que aumentar la partida de inversión en el desarrollo de las nuevas infraestructuras digitales y recuperar el liderazgo tecnológico. Este campo de la economía del conocimiento podría generar 130.000 puestos de trabajo en cuatro años. Por supuesto, habría que reducir los costes ajenos al suministro eléctrico para impulsar la competitividad y la capacidad industrial y fomentar el ahorro privado a largo plazo. En definitiva, según el Consejo unas cuantas medidas de reforma que apoyen la recuperación podrían lograr que España baje su tasa de paro hasta el 14,2 por ciento de la población activa en 2018, más con las medidas anti fraude laboral. El Gobierno toma nota, aunque ya ha dicho De Guindos que tienen su propia hoja de ruta.
Carmen Tomás