El juicio sobre la sustracción del Códice Calixtino, que actualmente se está celebrando en Santiago de Compostela, ha vuelto a poner en un primer plano la seguridad del patrimonio de las catedrales, iglesias, conventos y otros edificios depositarios de arte sacra. ¿Está la Iglesia española preparada para evitar casos como el del Códice Calixtino?
La Iglesia, en tanto que detentadora de una gran parte del patrimonio histórico-artístico del país, se convierte en sujeto pasivo codiciado por los delincuentes, que no dudan en aprovecharse de las debilidades de la seguridad existentes en los lugares de culto para apoderarse ilícitamente de este patrimonio cultural y colocarlo en los circuitos de demanda para su comercialización ilegal.
El llamado proyecto Iglesia Segura del Fiscal Superior de Galicia fue realizado precisamente para dar respuesta a estas cuestiones de seguridad, posibilitando la efectiva protección del patrimonio histórico-artístico de las iglesias y otros edificios religiosos en términos de prevención delictiva.
El proyecto contempla el desarrollo de un manual de seguridad que proporcione apoyo y sirva de guía a las instituciones religiosas y la capacitación de sus párrocos, celadores, voluntarios parroquianos y servidores, para que adopten medidas preventivas de cuidado y vigilancia de su patrimonio cultural.
Asimismo, incluye tanto la creación de inventarios como la de una base de datos de objetos robados. Ambas concebidas como herramientas on line que tienen por objetivo apoyar la recuperación de obras de arte sustraídas en iglesias. Según el fiscal Carlos Varela, disponiendo de informaciones actualizadas y tan exactas cuanto fuera posible, se pretende realizar un papel disuasor y sensibilizador, dirigido principalmente a potenciales compradores y receptores de obras de arte, pero también aspira a favorecer una amplia difusión de esta lacra ante la sociedad en general.
En este sentido, la ausencia de registros fotográficos de muchas obras, fundamentales para su identificación y reconocimiento, hacen imposible a la policía la recuperación de una obra de arte desaparecida o cuando, es recuperada, la identificación de su propiedad. En definitiva, informaciones y prácticas útiles que, de ser adoptadas por la Iglesia, le evitarían casos como el Códice Calixtino, que actualmente se enjuicia.
José Luis Gómez