El desenlace del contencioso en el PSOE madrileño no ha podido ser más positivo para el viejo partido fundado por el primer Pablo Iglesias. La que organizaron desde la destitución de Tomás Gómez y su ejecutiva parecía que se iba a llevar todo por delante y pocos imaginaban lo que vendría después. Pedro Sánchez hizo muy mal lo de las destituciones pero ha hecho muy bien la operación Gabilondo. Esto de la política en España se ha convertido como en una indescifrable ruleta. A partir del instante en que el profesor Ángel Gabilondo firma la conformidad con su designación como candidato a la presidencia de la comunidad de Madrid, tras ese discutible trámite de la consulta precipitada a los afiliados, se soluciona el contencioso de la manera más favorable. Y se abre un camino dentro del PSOE que puede conducir hasta muy lejos. Es muy posible que en las elecciones autonómicas de mayo, con el profesor al frente de la candidatura madrileña, el resultado sea inimaginable ahora. El prestigio del profesor supera con mucho al de cualquier candidato de los otros partidos, y su no afiliación es un dato muy favorable que puede llevar a infinidad de ciudadanos a votarle, muchos de los cuales no votarían al PSOE en las generales.
Inevitablemente, somos muchos los que comparamos al profesor con el Viejo Profesor Tierno Galván, aunque no pueda hablarse de términos exactos en la comparación. Y a los otros partidos les va a ser dificilísimo buscarle y encontrarle puntos o flancos que aguanten cualquier ataque serio, siguiendo esa costumbre tan arraigada. Tener a Ángel Gabilondo en la presidencia de la comunidad de Madrid sería un lujo demasiado apetecible por miles y miles de madrileños como para dejarlo pasar. Y lo mismo para los responsables del PSOE, que hace unos días no podían soñar con una oportunidad así de salir del agujero a nivel madrileño y de dotarse de una gran credibilidad a nivel país. Sin hablar ahora del futurible de un más fácil entendimiento con los del moderno Pablo Iglesias al tener un candidato que resiste e incluso supera el parangón. Lo que me pregunto es si esto es obra de inteligencia política por parte de Pedro Sánchez o es consecuencia de un simple golpe de suerte. Las encuestas de los últimos días no aclaran gran cosa, pero a partir de ahora ya sabemos que en Madrid la izquierda podría encontrar un punto de unidad. Ese punto se llama Ángel Gabilondo.
Pedro Calvo Hernando