¿A qué espera Mariano Rajoy? ¿A qué espera para designar a todos los cabeza de lista para los comicios locales y autonómicos? Es una pregunta que se repite en los corrillos políticos y en las sedes del PP de algunas capitales en las que todavía -a menos de sesenta días de los comicios del 24 de Mayo- los dirigentes están con las manos atadas, observando con impaciencia como sus rivales, los candidatos de otros partidos, salen en los medios, hablan de sus proyectos y, en definitiva, concitan la atención de los futuros electores. Hay candidatos de partidos como Ciudadanos, Podemos o IU que han salido de elecciones primarias y otros como los del PSOE que han sido señalados a dedo (caso de Ángel Gabilondo, en Madrid), pero el caso es que ya están en danza. Dando guerra y haciendo campaña. La parálisis que atenaza a muchos cuadros medios no es general, hay lugares de España dónde ya se sabe quiénes se batirán el cobre: Dolores de Cospedal (Castilla -La Mancha), Juan Vicente Herrera (Castilla y León), o José Antonio Monago en Extremadura. Rita Barberá es segura en Valencia lo mismo que el polémico León de la Riva en Valladolid. Pero hay encomiendas simbólicas que están por designar y quienes podrían ser candidatos no saben si serán llamados mientras que otros que no lo desean, están siendo tentados. Es el caso de Madrid dónde el ticket: Esperanza Aguirre-Ignacio González está en el aire. Ambos tienen dicho que quieren, pero no saben si serán los elegidos. En el caso de la capital, las tentadas -que se han apresurado a declinar la invitación- han sido la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y la ministra Ana Pastor.
Amén de su conocida tendencia a no precipitar los acontecimientos, en esta ocasión, el silencio de Rajoy es probable que obedezca a dos factores de compleja evaluación: la marcha de algunas investigaciones judiciales que podían salpicar al partido (y a ciertos candidatos) y, sobre todo, la evolución de las encuestas. Los resultados de Madrid no deciden el signo de las consultas en el resto de España, pero marcan la tendencia. Para desesperación de algunos de los aspirantes a candidato, el sociólogo Pedro Arriola está de pie, junto a la oreja del Presidente. Eso explicaría las cautelas de Rajoy.
Fermín Bocos