Los anuncios realizados el pasado jueves por el presidente del BCE no han tenido nuevos reflejos positivos en las bolsas. Mario Draghi pondrá en marcha a partir de mañana el millonario programa de compra de deuda, 60.000 millones mensuales hasta septiembre del año próximo. Además, decidió dejar los tipos de interés en el mínimo histórico y revisó al alza sus previsiones tanto de inflación como de crecimiento en la zona euro. Consecuencias inmediatas: el euro cae a mínimos, la prima de riesgo española se aleja de los 90 puntos y la rentabilidad del bono a 10 años se sitúa por debajo del 1,2 por ciento.
El IBEX, por su parte perdía un 0,3 por ciento el viernes y un 0,8 por ciento en la semana. Los inversores en renta variable se fijaron más en el buen dato de empleo de Estados Unidos que sin embargo tiene su parte negativa, ya que hacen pensar en una subida de los tipos de interés quizá más pronto de lo que se preveía.
Vamos a ver cómo reaccionan las bolsas el lunes, pero muchos analistas piensan que el efecto Draghi puede estar ya en parte descontado y que los mercados de acciones lo que si harán será ir consolidando niveles. Donde sí el efecto Mario ya se ha notado y puede notarse aún más es en las primas de riesgo y por tanto en las rentabilidades de la deuda europea.
Lo que ya es un clamor es la mejora de las previsiones de crecimiento para España en este 2015. Las ha mejorado el Gobierno en general y el ministro de Economía en particular. También el servicio de estudios de Funcas y algunos grandes empresarios que avanzan aumentos en torno al 3 por ciento, que irá acompañado de un vigoroso aumento del empleo. Eso sí, todos ponen encima de la mesa para que no haya malos entendidos que se pueden conseguir estas metas si nada lo altera. Todos ellos piensan en el raro panorama político que nos pueden deparar las próximas citas electorales donde partidos como Podemos inquietan y mucho dentro y fuera de España.
Carmen Tomás