El ex presidente socialista va a lograr algo importante y es que no solo en América Latina sino en el resto del mundo se ponga el foco en la situación que padece Venezuela, donde a los opositores se les encarcela y donde hay un fuerte déficit de democracia además de una situación económica insostenible.
Que un ex presidente socialista de este paso al frente y defienda a los opositores venezolanos pone en un aprieto al Gobierno chavista de Maduro. Solo hay que ver la reacción del mandatario venezolano que acusa a González de meterse en los asuntos internos de Venezuela y acusándole de ser un peón de la derecha. La ministra de Exteriores de Venezuela Dalcy Rodríguez también ha arremetido contra Felipe González asegurando que no puede ejercer como abogado en Venezuela y aconsejándole que no se meta en los asuntos venezolanos. A las declaraciones de Maduro y Rodríguez le han seguido la de numerosos diputados chavistas insultando sin miramientos al ex presidente González.
O sea que como decía El Quijote «ladran luego cabalgamos» la prueba es que por lo pronto González ha logrado que buena parte de los líderes latinoamericanos hayan aplaudido su decisión de implicarse en la defensa de Leopoldo López y Antonio Ledesma, dos de los principales dirigentes de la oposición y símbolos de la opresión y la falta de democracia en Venezuela.
Y es que esa será una de las funciones de Felipe González, movilizar a la opinión pública Latinoamérica y del resto del mundo. Puede que no le permitan ejercer directamente ante los tribunales venezolanos pero el hecho de asumir la defensa de los opositores aunque sea nominalmente pone en un aprieto al régimen chavista que también acaba de recibir un varapalo de Amnistía Internacional a través de un informe demoledor sobre la violación de los derechos humanos en Venezuela.
En mis últimos viajes por América Latina he comprobado como va aumentando el exilio venezolano. Jóvenes que huyen de su país porque el clima opresivo es insoportable. Familias que buscan otro lugar para vivir porque Venezuela se ha empobrecido hasta unos límites insospechables. Si, Venezuela, un país rico en recursos naturales, donde ahora mismo las colas para comprar alimentos básicos, el racionamiento y el estraperlo están a la orden del día.
Jóvenes que huyen de su país porque el clima opresivo es insoportable
Y a todos aquellos que defienden que en Venezuela hay un régimen de izquierdas o progresista hay que decirles que lo que hay en Venezuela es una semi-dictadura, un régimen donde no se respetan los derechos humanos, un régimen donde no hay libertad de prensa, un régimen además que está hundiendo económicamente el país.
El régimen de Venezuela es ejemplo de todo lo que los demócratas no queremos para nuestros países. Por eso en España, «Podemos» si quiere ser creíble en su compromiso con la libertad y la democracia tiene que dar un paso y ponerse frente a un régimen que está aplastando la libertad.
Ah, y por cierto, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, ha contado que el ex presidente le llamó para informarle de su decisión de defender a Leopoldo López y Antonio Ledesma porque en su opinión debía de saberlo el Gobierno.
Un ejemplo para otros. Y lo dicho, bien por Felipe.
Julia Navarro