No voy a decir eso de «si Franco levantara la cabeza…», porque eso no lo quiere nadie en este país (quizás únicamente ese Ramón al que interpreta Manolo Cal en 'Cuéntame cómo pasó'), pero lo cierto es que José Antonio Sánchez, el actual presidente de la Corporación RTVE, quizás se haya ganado la excomunión, por muchas misas a las que pueda acudir de aquí hasta el final de sus días.
Programar el desnudo de una señorita, de muy buen ver por cierto, en pleno Lunes Santo, es lo último que una podía esperar ver en TVE. Sí, en la pública, en la de misa dominical, en la católica, apostólica y románica televisión de este país, con permiso de Telemadrid, la otra que pone Esperanza Aguirre como ejemplo de «pluralidad» (lo que hay que escuchar en este país es casi tan sorprendente como lo que hay que ver).
De estar costumbrados a ver a todas las legiones romanas desfilar por nuestro salón durante la Semana Santa, a disfrutar de las torrijas estos días con los doce apóstoles, a ver cómo lavan los pies a sujetos desconocidos en los Santos Oficios, o a compartir mesa y mantel mientras nuestro señor Jesucristo hace el milagro de los panes y los peces o es crucificado en el monte de los Olivos, hemos pasado de golpe a ver cómo una mujer se queda como su madre la trajo al mundo no en Telecinco sino en la tele de todos (curioso que todavía la llamen así pese a que cada día que pase la vea menos gente).
Quizás no se rasgó el «templo» de Prado del Rey en ese momento, ni tembló el suelo del Pirulí, ni nadie clavó una lanza en el costado de José Ramón Díez, como director de TVE, pero cuando la moza en cuestión dejó al aire sus pechos todos ellos quedaron retratados para la posteridad. Su «pecado mortal» les perseguirá siempre.
El primero en darse cuenta fue Santiago Segura, uno de los dos presentadores de ese espacio, 'Alaska y Segura', que se «arrepintió» de inmediato ante la audiencia, «perdonar este espectáculo», mientras recordaba que «esto en una televisión pública en Semana Santa, en mis tiempos estaban todo el rato con 'La túnica sagrada', 'Quo vadis?' y 'Ben-Hur'.
Pues claro que sí querido «Torrente». Y con 'Rey de Reyes', con 'Espartaco', con 'La Biblia', con 'Sansón y Dalila', con 'Los Diez Mandamientos', con 'La última tentación de Cristo' y hasta con la «irreverente» cinta 'La Pasión de Cristo' de Mel Gibson.
Como acaba Sabina su mítica 'Una de romanos', dedicada precisamente a los hábitos cinematográficos en la Semana Santa, « hoy que todos andan con videos porno americanos, para ver contigo me alquilo una de romanos».
A lo primero todavía no ha llegado la pública (parece imposible salvo que Podemos mande algún día en este país), y a lo segundo tampoco es cuestión de alcanzar ese grado de desesperación porque, tarde o temprano, como este lunes ya se pudo ver en 'La tienda roja' de Antena 3, llegarán los romanos y sus túnicas a TVE. Aunque para ello, para purgar sus «pecados», tengan que vestirse de centurión o de apostol los propios Sánchez y Díez (no sé si eso sería peor que ver las tetas de la señorita streaper). Sí, para qué dudar, sería mucho peor.
La mosca