Podrían haber optado por la vía «que parezca un accidente», pero han optado por la conciliadora. «Tú no vas largando por ahí y nosotros sabremos cómo recompensarte». La frase, propia de Vito Corleone («le haré una oferta que no podrá rechazar») bien podría haber sido pronunciada en algún despacho de Mediaset, para que la escuchara o se la hicieran llegar a Jesús Cintora.
El expresentador de 'Las mañanas de Cuatro' se ha convertido en el hombre más buscado del país. Como Bárcenas en sus mejores tiempos, no ahora cuando cualquiera puede sacarle unas declaraciones. Hasta gratis.
Eso sí, su silencio le delata. O cuando menos da pábulo a los que dicen que está «pactando» su silencio. Al más puro estilo de Clint Eastwood en 'Por un puñado de dólares' o 'La muerte tenía un precio', Cintora se ha calzado su «poncho» y espera pacientemente que se fije la cuantía del mismo.
Algunos compañeros de profesión ya van asegurando en diferentes medios que Mediaset le ha puesto sobre la mesa un cheque de un millón de euros para que esté calladito y no «raje» contra ellos ni en otros medios ni en redes sociales.
Vasile y compañía saben de lo que son capaces éstas, sobre todo por las campañas orquestadas que se han montado desde aquellas y que tanto eco han tenido en los anunciantes en ocasiones precedentes y prefiere «invertir» ahora en Cintora sabedor de que el no hacerlo puede costarle a la larga más caro si la publicidad empezara a desertar.
Al italiano, un fan de Robert de Niro en 'Casino' («hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago»), no le están gustando ya esas plataformas que se han formado en las que casi se está convirtiendo en un mártir al presentador y hablan de boicot a los canales de Mediaset, y ha dado orden de parar eso sea como sea.
Que hay que pagar, pues se paga. Que hay que darle otro «programita», pues se le da. Que hay que hacer las dos cosas, pues adelante con los faroles. Cualquier cosa antes de que el «azote del PP» se convierta en «azote de Mediaset».
Después de haber dicho de Cintora hasta que trata mal a la productora, a sus compañeros y a los tertulianos de su espacio, la ira de éste podría provocar un «tsunami» que ríete tú del que creó precisamente para esa casa Juan Antonio Bayona en 'Lo imposible'.
Lo mejor para las dos partes es un «acuerdo amistoso» (si Cintora pensara lo contrario ya habría «largado» lo suyo), para que nadie siga criticando a Mediaset y para que el presentador pueda recuperar una «ley Murphy» de la Mafia: «Justo cuando creía que estaba fuera, me vuelven a meter dentro«.
Claro que él es el que tiene todavía los ases en la manga y, de romperse las negociaciones, siempre podrá tirar de la manta y decirle a Vasile, al estilo Al Pacino ('El precio del poder'), que «todo lo que tengo en este mundo son mi palabra y mis pelotas, y no las rompo por nadie, ¿entiendes?”.
La mosca