La presencia hace pocos días en el Parlamento Europeo, de Bruselas, del autodenominado mediador internacional Brian Currin, invitado por un llamado grupo de amigos del País Vasco (por cierto, curioso nombre este utilizado para en realidad maquillar de que lo que se trata es la reunión de nacionalistas vascos para cubrir sus expedientes de akelarres nacionalistas con el objetivo de intentar romper y destruir a España, e invitar a su foro a sujetos que dan balones de oxígeno al entramado terrorista etarra). Como les iba diciendo, esta comparecencia de Currin ha traído consigo una vez más que se retraten claramente estos individuos con toga de mediadores de conflictos internacionales. A quien habría que volverles a recordar que en el País Vasco, como en el resto de España, nunca ha existido un conflicto. No han habido dos bandos ni dos partes enfrentadas en armas, sino unos terroristas que mataban y extorsionaban a inocentes de este país.
Unos terroristas que mataban y extorsionaban a inocentes de este país
El objetivo de la comparecencia del autodenominado mediador y sus colegas en el Parlamento Europeo, no ha sido otro sino que intentar liberar a los presos asesinos de ETA de la cárcel, usando al portavoz batasuno Arnaldo Otegi como reclamo y abanderado de esa estrategia. Y al mismo tiempo estos «mediadores» quieren actuar de jueces, pero de signo dependiente y partidista, siempre ligados a la estrategia que dicta la banda terrorista ETA.
Lamentablemente, comprobamos como Currin se pliega a seguir intentando internacionalizar el mal llamado conflicto. Le hacen el juego a ETA y amaestrados por la organización terrorista y sus acólitos, demuestran que es un correveidile de la organización terrorista etarra. Pero ante esas reivindicaciones fuera de contexto y de toda razón, afortunadamente esta misma semana hemos conocido que la Audiencia Nacional ha rechazado la petición de treinta asesinos de ETA en ser trasladados a cárceles del País Vasco argumentando la magistrada, con toda la razón del mundo, que el cumplimiento de las condenas en centros penitenciarios distintos del solicitado no vulnera ningún derecho ni suponen de ninguna manera tratos inhumanos ni degradantes como denuncian los presos terroristas que lo solicitan y los Currin de turno que les bailan las «bromas». Sólo hay que recordarles a todos ellos que los únicos tratos inhumanos fue precisamente el de esos presos asesinos a sus inocentes víctimas.
Desde hace tiempo algunos sabemos que la estrategia de los Currin y compañía, colegas todos ellos del entramado de ETA, es que no haya ni vencedores ni vencidos. Lo que pretenden es hacer tabla rasa entre las víctimas y sus verdugos, y crear una maléfica política en favor de la impunidad, de modo que los asesinatos les salgan casi gratis a sus autores. No les interesa en absoluto que ETA desaparezca, o que ETA pida perdón a las víctimas del terrorismo y las resarza económicamente por el daño causado, o que los criminales de ETA entreguen a las Fuerzas de Seguridad del Estado la geolocalización de los zulos de sus armamentos y arsenales para que sean destruidos por la Guardia Civil y Policía Nacional; sólo les interesa estar de la parte de los verdugos, prestos y sumisos a hacerles el juego que se les demande desde el entramado nacionalista vasco radical.
Por todo ello, las comparecencias como la de Currin, con sus acólitos nacionalistas vascos, es una nueva humillación para las víctimas del terrorismo.
Mejor harían desde el nacionalismo llamado moderado, que tanto aplauden y colaboran con los currines en reflexionar sobre lo que dice un reciente estudio de expertos en la materia del terrorismo, y que ha demostrado que el llamado nacionalismo vasco del PNV, desde que se creó el Parlamento Vasco en 1980 hasta nuestros días, ha utilizado el doble de tiempo en la tribuna parlamentaria vasca para hablar de los presos de ETA y de sus reclamaciones, que de las víctimas del terrorismo.
Por sus hechos les conoceréis.
Carlos Iturgaiz