lunes, noviembre 25, 2024
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¡Cómo está el servicio!

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En España, en Madrid, sobre todo, desde hace unos años se ha identificado servicio con servilismo. Nadie quiere servir porque es considerado humillante. Esto debe venir de las dictaduras pasadas. El caso es que la palabra servicio no es apreciada. Ni los políticos consideran el servicio como algo propio.

Pero, sin llegar a los altos próceres de la nación, en la vida cotidiana es algo que se nota todos los días. Cada vez más, los restaurantes de Madrid ofician una desenvoltura y una especie de curiosa e improcedente dictadura. Es el ordeno y mando: el maître ordena dónde te sientas, cuándo, y hasta el ritmo de la comida. Eso, sin una sonrisa, claro. Ir a comer se convierte en un stress porque te meten prisa, hay turnos, como en las cantinas. Ni la comida es tan buena, ni hay amabilidad ni hay un gesto de bienvenida. Al revés, parece que el cliente, al llegar, ya está molestando.

En muchos restaurantes, antes casi de entrar, sin ni siquiera saludar, ya te preguntan si tienes reserva; si no, eres malvenido y no puedes ni traspasar el umbral. Es más fácil entrar en una comisaría que en ciertos restaurantes. Sucede, paradójicamente, con los que más se dan de modernos, donde te atienden camareros en camiseta negra u oscura, para disimular mejor la suciedad. Hay por ejemplo una hamburguesería de toda la vida cerca del Retiro, de estilo americano donde lo único no americano es la antipatía que muestran, donde el trato roza la mala educación, además de que en términos, si se puede decir, culinarios, deja mucho que desear. Ni las patatas saben freir.

La simpatía parece que no computa, ni pagan a los dependientes por ser simpáticos, estaría bueno. Y encima, como dice mi hija, los camareros no tienen visión lateral. El contraste con nuestros vecinos franceses y portugueses es muy fuerte. Los franceses no serán simpáticos, pero son profesionales. Los portugueses son, sobre todo, amables y respetuosos. Esto es aun mas preocupante porque España vive en un 14% del turismo (y de paso no estaría mal saber qué porcentaje de dependientes y camareros hablan otra lengua que el español).

Esto se debe a que muchos patronos pagan lo mínimo a sus camareros/as, a los que les importa un pimiento si el cliente vuelve o no, y tampoco miran Tripadvisor, les da igual. Quizá haya que empezar por subirle el sueldo al personal. Mc Donald lo ha hecho en los EEUU, en un 10%. Nuestros restaurantes se nutren en gran parte de mano de obra barata, no formada (formarla cuesta dinero) y dispensable.

Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye

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