Los precursores están condenados a no llegar a la Tierra Prometida. En puertas de las elecciones locales y autonómicas todos los sondeos avizoran parva cosecha para Izquierda Unida y UPyD. Son siglas que declinan al tiempo que crecen con inopinado vigor las de dos partidos que en alguna medida podrían ser tomados como réplicas suyas. Podemos y Ciudadanos. Salvo en aquellas comunidades (Andalucía, Extremadura) donde ha sido báculo del PSOE o del PP, en líneas generales, IU ha desarrollado una línea crítica con estos dos grandes partidos. Por su parte, UPyD, fue un partido que nació como baluarte frente a los nacionalismos periféricos desintegradores y defensor de la recentralización del Estado al tiempo que eficaz instrumento en la denuncia ante los tribunales de corruptos y corruptores. Agotado el ciclo de alternancia de los dos partidos que se vienen turnando en el poder desde los días la Transición parecería llegada la hora de cierta recompensa para estas dos formaciones. No es así. Son sus réplicas, Podemos y Ciudadanos, quienes están a punto de robarles la merienda. Por la izquierda Podemos se come a IU y por el centro, Ciudadanos ocupa el lugar por el que tanto ha bregado Rosa Díez. Podemos es la enésima metamorfosis de la crisálida clásica del comunismo español esta vez convertido en eco de los excluidos por la crisis y de quienes -con razón-, repudian la corrupción instalada en los maneras de gobernar de los partidos que se han turnado en el poder desde la restauración de la democracia. Ciudadanos, nacido y crecido en Cataluña frente a la deriva independentista de los partidos de la burguesía catalana, primero se hizo un hueco aprovechando la decadencia de populares y socialistas y después ha dado el salto al resto de España beneficiándose de las dotes mediáticas de su líder, Albert Rivera. Otro tanto sucede en el caso de Podemos y Pablo Iglesias. Lo nuevo se abre paso, de momento, a costa de sus afines. Moisés no alcanzó la Tierra Prometida. Fue Josué quien vio caer las murallas de Jericó. El naufragio de IU y de UPyD que pronostican las encuestas también apareja un mensaje para populares y socialistas. Sobre la mar, cuando hay tormenta, nada ni nadie está del todo seguro.
Fermín Bocos