Mariano Rajoy da por hecho que será el candidato de su partido en las próximas elecciones generales pasé lo que pase el 24 de mayo.
No diré que el anuncio de Rajoy ha causado sorpresa porque tampoco es que pudiera decir lo contrario.
Imagínense a un responsable político diciendo que si las cosas van mal, en este caso para su partido en las urnas, él asume la responsabilidad y se va a casa. Sería una noticia casi mundial.
No, este tipo de comportamientos no son comunes al menos en la política española.
Lo cierto es que diga lo que diga Mariano Rajoy en el PP comienza a haber mar de fondo. Y es que no dan una a derechas. La gestión del caso Rato ha sido nefasta para el PP, como lo es el que nos hayamos enterado que el diputado Martínez Pujalte y el embajador Trillo en sus tiempos de parlamentario, han venido cobrando por asesorar a una empresa.
En el PP hay quien cree que todo este fiasco es consecuencia de las «vendettas» internas, otros están convencidos de que la mano que les mece la cuna es socialista, o sea que en la Agencia Tributaria y otros organismos que tienen que ver con la Hacienda Pública, hay personas afines a la oposición y que son los que filtran.
El caso es que los dirigentes populares asisten con estupor al creciente deterioro de la imagen pública del partido y empiezan a mirarse los unos a los otros con desconfianza y ya puestos miran a Mariano Rajoy pensando que a lo mejor un relevo en la cúpula les podría salvar del fiasco que les auguran las encuestas.
En los últimos meses casi todos los partidos han procedido a una renovación de sus equipos dirigentes y a esto hay que añadir la aparición de Podemos y Ciudadanos.
Rajoy es pues el «veterano» entre la nueva hornada de líderes renovados. Pero a mi juicio el problema del PP no es solo de imagen sino de los errores cometidos durante estos años. La falta de empatía que tanto Rajoy como los suyos han mostrado a los sectores más golpeados por la crisis les está pasando factura.
Rajoy cree que ha hecho lo que tenía que hacer para que se recuperara la economía española y que los sacrificios hechos han dado sus frutos en vista de los indicadores económicos y el reconocimiento de la UE y de los organismos internacionales a la política llevada a cabo. Pero al parecer no ha entendido que las cifras macroeconómicas pueden cuadrar pero que la austeridad extrema ha dejado a muchos ciudadanos en la cuneta. No hace falta que repasemos lo que han provocado los recortes en educación, sanidad, asistencia social, etc.
No, no lo va a tener fácil el candidato Rajoy, en realidad no lo tendría fácil ningún candidato del PP. Pero creo yo que el futuro del PP se empezará a escribir a partir del 24 de mayo. Es decir Rajoy será candidato o no.
Julia Navarro