Las encuestas han encendido las alarmas en las alturas del PP. Salvo en Castilla León, en las restantes comunidades autónomas pese a ser la lista más votada perdería la mayoría que hasta ahora les ha permitido gobernar en solitario. Los barones temen la anochecida del día 24; temen que los electores les castiguen pasándoles una factura que corresponde al Gobierno que preside Mariano Rajoy. Algunos de esos barones Núñez Feijóo (Galicia), Rudi (Aragón), Sanz (La Rioja), Diego (Cantabria), gozan de notable aceptación en sus respectivas comunidades. Según reflejaba el último barómetro del CIS, todos superan en popularidad a Rajoy. En el discurso oficial atribuyen la caída que pronostican los sondeos al «desgaste que apareja el poder» y justifican los incumplimientos del programa con el que el PP ganó las últimas elecciones apuntando hacia la «herencia recibida». Pero la procesión va por dentro. Es verdad que subir los impuestos en vez de bajarlos o facilitar el despido en lugar de garantizar más empleo y de mejor calidad les ha hecho daño pero, aunque el fantasma de Zapatero da para mucho, no lo justifica todo. Son muchos los votantes populares descontentos con el uso que Mariano Rajoy le ha dado a la mayor mayoría parlamentaria democrática que ha tenido nunca la derecha española. No sólo en el Congreso y en el Senado, también en ayuntamientos, comunidades autónomas y diputaciones. ¿Qué ha hecho con tanto poder político Mariano Rajoy? Es una pregunta que buena parte de los seguidores del PP contestan de manera poco complaciente. De ahí las alarmas y de ahí la preocupación de los barones regionales. Tengo para mi que quien ha sabido captar con precisión el porqué de ése desencanto ha sido José María Aznar. El ex presidente -que ha debutado en la campaña acompañando en Zaragoza a Luisa Fernanda Rudi- ha dado con el registro emotivo y con la palabra clave que pretende revertir el distanciamiento de una porción significativa de votantes del PP. A aquellos que según sus palabras antes se sentaban en las primeras filas de los mítines y ahora están más atrás, o mirando desde la calle. Aznar les ha pedido que reflexionen y que vuelvan a apoyar al partido. «Volved»- les dijo.
Cuentan las crónicas que ni una sola vez mencionó a Mariano Rajoy, pero añaden que los asistentes al mitin se fueron comentando que en realidad no había hecho otra cosa que hablar del actual Presidente del Gobierno.
Fermín Bocos