El alumno no se había preparado muy bien el examen de Química y, al ser preguntado por el ácido sulfúrico, dijo que era un líquido incoloro y de olor agradable. El profesor solicitó de un bedel que, con mucho cuidado, trajeran desde el laboratorio, en una probeta, un poco de ácido sulfúrico, y se lo dio a oler al alumno. «¿Le parece agradable?», inquirió el profesor. Y, el alumno, intentado salvar lo insalvable, declaró: «Pues a mí me gusta….».
Emiliano García Page, hombre moderado donde los haya, que ya dijo que Podemos no le gustaba como socio político, antes de las elecciones, ha vuelto a oler el programa y ha declarado que el programa de Podemos le parece asumible. Los socialistas navarros, por su parte, han olido a Bildu -los palmeros de los etarras que asesinaron a algún que otro socialista- y están dispuestos a disfrutar de los aromas de su compañía para compartir asientos en el ayuntamiento de Pamplona. Isaías Carrasco, concejal de Mondragón, asesinado por ETA, me imagino que estará satisfecho de esta generosidad de sus compañeros de partido, por no hablar de Ernest Lluch o Fernando Múgica.
Por su parte, las narices del PP, que se arrugaban ante la presencia de Ciudadanos, porque les parecían oportunistas, intrusos y poco preparados, comienzan a mover las aletas con cierta satisfacción, porque no huelen tan mal.
El PP comienza a mover las aletas con cierta satisfacción porque C´s ya no huele tan mal
Y no todo depende del ácido, sino de la parte de España en que se lleve a cabo la opción olfativa. Ada Colau, que encabeza la lista más votada en Barcelona, ha declarado que no votarla a ella como alcaldesa de Barcelona sería un fraude electoral. Sus compañeros de Podemos en Madrid, en cambio, ya han dicho que harán todo lo posible para impedir que la lista más votada, la que encabeza Esperanza Aguirre, se haga con la alcaldía madrileña. Todo esto se hace con generosidad, sin afán de poder, y por el bien de los votantes. La coherencia es un elemento discutible y opinable. Tanto como el olor del ácido sulfúrico.
Luis del Val