lunes, noviembre 25, 2024
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Las pajas «terapéuticas» y cómo llamar «tuku-taka» al follar

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Mejor que no hable. Nos hemos acostumbrado a eso (a verla no nos acostumbraremos nunca), y casi es preferible eso a que abra la boca, ya sea para tragar barro o para decir vocablos que sólo ella utiliza en este país. 

Aquí, en España, «follar» siempre ha sido «follar». O como mucho echar «un polvo», «un caliqueño», «ir a joder», «hacer el amor», si uno es más finolis, o incluso un «mete y saca», si una tiene prisa o no ve mucho placer en la experiencia. Pero un «tuku-taka» sólo se le puede ocurrir a alguien como Chabelita. 

La chica, que recibió la visita de Alejandro Albalá (siguen las prebendas pantojiles) en los realitys de Telecinco, como si esperaran que la tonadillera carcelaria fuera a recompensarles por ello en forma de visita a alguno de sus programas, dijo que quería «eso» al ver al amor de su vida, aunque más que eso parecieran dos amigos que llevan una semana sin verse. 

A lo mejor es que eso del «tuku-taka» es lo dicho, follar, pero sin ninguna pasión. La misma que demostraron ambos al verse, por mucho que ella dijera cosas tan novedosas como «¡no me lo puedo creer!», o que preguntara insensatamente si «¿se va a quedar?», como si realmente pensara que él era un concursante más o ella la reina de Saba, que tiene derecho a cualquier cosa. 

La despedida fue todavía más ridícula, con él llorando (se supone que por la vergüenza de reconocer que era su novio) y ella gritando «Alejandro, te quiero». Lo peor fue cuando Alejandro dijo, al estilo Pinocho, que la echaba de menos y que le hacía falta. ¿Para qué, para el tuku-taka? 

Quizás el chico tenga el mismo problema que Labrador, por mucho que no esté en la misma tesitura que éste cuando estaba en los Cayos. Aunque lo tenga más fácil, a lo mejor no encuentre a otra chica para desfogarse y necesita «pajas terapéuticas». 

Las mismas que, según ha revelado Arantxa, la llamada «reina de las tarimas», se tuvo que hacer el ex de Ylenia cuando abandonó la isla y llegó al hotel porque tenía congestionado lo de ahí abajo, porque no le «fluía» bien después de tanto tiempo sin descargar. 

Gracias a programas como este aprendemos más de sexo que con todas las entregas de la doctora Ochoa o de Lorena Berdún. Bueno, de sexo y de «jilipolleces» como la de Chabelita.

La mosca

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