No sé, pero tengo la impresión de que algunos de los nuevos dirigentes de Izquierda Unida están más interesados en firmar el certificado de defunción de esta formación que en volver a ponerla a punto para afrontar las generales.
Que IU haya optado por ir en candidaturas con otras fuerzas es su camino a la desaparición, sobre todo si entre esas fuerzas está Podemos que es quién se está haciendo con el santo y seña de la izquierda.
En realidad es sobre Podemos donde gravitan todas esas candidaturas ciudadanas en las que IU es un invitado más y sin ningún protagonismo.
Así que parece más que evidente que hay dirigentes de IU que parecen apostar porque sea Podemos quién lleve la voz cantante y sea el nuevo partido que lidere a las fuerzas que están a la izquierda del PSOE.
Resulta incomprensible que por ejemplo en Madrid los candidatos de IU no tuvieran el respaldo de quién es su líder, Alberto Garzón, más empeñado en la confluencia con Podemos que en liderar su formación.
En realidad no es que sea incomprensible es que es una vergüenza como la dirección de IU ha dejado «tirado» a Luis García Montero, candidato a la Comunidad de Madrid, y a la candidata a la alcaldía.
Garzón, más empeñado en la confluencia con Podemos que en liderar su formación
García Montero que es un prestigioso intelectual y no merecía la derrota provocada en gran medida porque los dirigentes de IU estaban más pendientes de las candidaturas con Podemos.
De ahí que Gaspar Llamazares haya hecho un llamamiento a la claridad, a que los dirigentes de IU digan que quieren hacer en el futuro.
Resulta increíble que a alguien le hagan líder de una formación, como es el caso de Alberto Garzón y que el objetivo en vez de fortalecer la organización, en vez de renovar el proyecto, en vez de buscar a sus votantes, es hacer «frentes» que ni siquiera va a liderar y en los que las siglas de IU ni se van a notar.
Es una pena que Izquierda Unida este siendo llevada a la irrelevancia por sus actuales dirigentes. Sus votantes no se lo merecen.
Julia Navarro