Las autoridades griegas se han propuesto no sólo hundir a su país sino hacer daño al resto de socios de la Unión Europea. Ni se van, ni hacen nada para quedarse. La estrategia de ganar tiempo ya está bastante agotada y entre las instituciones europeas empieza en serio a no colar. Se niegan a presentar un plan de reformas o cuando lo presentan es absolutamente inasumible. El caso es que a finales de mes les vencen pagos por 3.500 millones de euros y dicen que no tienen dinero para abonarlos y al mismo tiempo que lo van a pagar. Es un juego peligroso que ya tiene dramas detrás. Más de 600 personas se han ido al paro cada día desde que Tsipras llegó al gobierno y decenas de empresas han tenido que cerrar. Los intereses que tienen que pagar por la nueva deuda emitida son escandalosos y la prima de riesgo, insostenible. ¿Cuánto tiempo más va a durar esta situación? Nadie lo sabe. Mañana jueves hay una nueva reunión del Eurogrupo y todo hace suponer que va a ser tensa.
Lo que ocurre es que esta estrategia que está llevando a Grecia al desastre total está arrastrando a otros países. Por ejemplo, a España, que ha visto cómo su prima de riesgo se sitúa en niveles de hace un año. De hecho, en el último mes ha subido un 50 por ciento. Algo parecido está pasando con los intereses que tenemos que pagar por la deuda. Se ha pasado en plazos cortos de intereses negativos a positivos. ¿Y qué decir de lo ocurrido en las bolsas? Es decir, en los valores de acciones y fondos donde millones de españoles tienen sus ahorros. Las caídas no cesan y ya se ponen en cuestión hasta los 10.500 puntos de IBEX.
En las últimas horas, tanto el ministro De Guindos, que ha anunciado que en este momento la economía española puede estar creciendo a tasas del 4 por ciento, como el presidente del BBVA han alertado sobre lo que puede ocurrir si en España se instala la copia de su modelo griego. Vamos a ir viendo en los próximos días algunas cosas que nos helarán la sangre, pero también cómo lo conseguido hasta ahora puede quedar en nada. Y todo ello con la inestimable ayuda del PSOE, que hasta hace bien poco era un partido socialdemócrata al estilo europeo y que ha decidido, por tocar algo de poder, echarse al monte, y con ellos a todos los españoles y los sacrificios de tantos años de crisis que, por cierto, no sólo no supieron resolver sino que la agravaron.
Carmen Tomás