Del resultado de las elecciones del 24 de mayo podemos extraer una primera conclusión que es la utilidad de Ciudadanos. El partido de Albert Rivera está logrando que se produzcan cambios de gran trascendencia, inimaginables hace unos meses, al forzar a los dos grandes partidos a compromisos para regenerar la vida pública.
Las propuestas de Ciudadanos para la regeneración democrática no solo están llenas de sentido común sino que van a tener un efecto vivificador en la política española.
Susana Díaz se ha convertido en presidenta de Andalucía después de firmar un pliego de compromisos, lo mismo que ha tenido que hacer Cristina Cifuentes en Madrid para presidir la Comunidad, o el PP de Castilla y León para que Herrera vuelva repetir, por no hablar de La Rioja donde los populares han tenido que sacrificar la continuidad del hasta ahora su presidente Pedro Sanz. Lo mismo viene sucediendo en distintos ayuntamientos donde Ciudadanos ha tenido la llave para decidir gobiernos municipales.
De manera que el voto a Ciudadanos se está demostrando útil porque desde el minuto uno han obligado a que se produzca ese cambio en la manera de hacer política que la sociedad demanda.
Además Rivera viene actuando con una contundencia encomiable ante cualquier sombra sobre sus candidatos.
El cambio que se está produciendo en la vida pública viene marcado por Ciudadanos
Si Albert Rivera y Ciudadanos no cometen errores de aquí a las elecciones generales no es difícil augurar que puedan obtener un buen resultado electoral.
Ciudadanos ha dado una lección impensable en otros partidos políticos que es dar su voto a cambio de compromisos de regeneración y de actuaciones política encaminadas a resolver los problemas reales de los ciudadanos. Es decir no ha caído en el habitual «cambio de cromos», los votos a cambio de puestos.
Rivera también está manteniendo su compromiso de no apoyar a partidos nacionalistas, y lo hace a las claras, sin complejos.
Los partidos políticos son en esencia instrumentos al servicio de la sociedad aunque la experiencia apunta a que terminan siendo empresas de intereses que se convierten en el modo de vida de unos cuantos.
No sé si Rivera conseguirá mantener su actual manera de estar y hacer política, pero por lo pronto hay que reconocerle el mérito de que el cambio que se está produciendo en la vida pública viene marcado por Ciudadanos por más que a otros se les llene la boca de grandes palabras pero sin ningún recorrido.
Llevo demasiados años analizando la política como para ser optimista, pero no me cuesta reconocer que para mi sorpresa Ciudadanos está consiguiendo en menos de un mes lo que miles de españolitos de a pie vienen reclamando y esperando de los partidos desde hace años y que no es otra cosa que la regeneración democrática y compromisos tasados de los programas políticos a llevar a cabo. Ser útil es lo máximo a lo que un partido puede aspirar y por ahora Ciudadanos está cumpliendo ese papel con creces.
Julia Navarro