Ese tío está pasmao, te lo digo yo. Le pasó algo de niño. Que no puede ser. Que no puede ser el delantero centro del Madrid. ¿Tú sabes lo que eso, morena? Eso es más que presidente de la diputación, eso es un cargo de responsabilidad.
(Benzema es amor. Y ya cállate y ven aquí.)
Sí claro, amor. Por eso su fútbol no tiene un objetivo, no concreta, coño.
(ven, concreta tú, justo donde pone la cruz).
Es un artista. Menudo artista. No es suficiente con dar la pincelada. A veces parece que le gusta merodear, andar por ahí y levanta la cabeza y llega Cristiano, pim, pam, pum y acaba sobre la portería. Mira, no me imagino un Madrid sin Karim, ya son muchos años y lo hemos visto crecer, pero el delantero centro no te puede dejar huérfano de gol. Y este lo hace, de repente se va, es un momento de la temporada que yo lo tengo muy definido. Algo se mueve a su alrededor y le entra el pasmo de nuevo. ¿Viste lo que hizo contra el Atleti? En boca de gol, y se dio la vuelta. Hay toreros así.
(entra a matar, mi vida, que estoy sudando y hay sitio).
Lo que me jode es que este año lo tuvimos ahí, en septiembre, daba los toques justos, sin jaleo, meneaba la jugada y aparecía en el área para acabarla. ¿Te acuerdas contra el bayer de munich, en la ida, el gol que metió?. Eso es lo que yo busco en un delantero centro. Inteligencia, intuición o lo que sea para seguir el desarrollo del juego y ser el punto final. Cristiano no puede estar en todas partes, y tiene demasiados ojos encima. Si ese gol no lo mete Karim, no lo mete nadie. El gol de empujar. El del rebote. El torcido, el raro, la que te queda en el área porque al defensa se le traspapeló el balón. Morata metió tres de esos goles y casi hace campeón a la Juve. Dos de empujar y una que empaló en mitad del área. Y al otro lado Benzema haciendo punto de cruz. Oh, qué partidazo. Claro, y los goles los mete Rita.
(Moraaataaaa, tiene cara de buen chico, ¿cómo follará?).
Eh, no sé, está muy centrado en su profesión, me dicen. Algo así pero mejor necesita el madrid. Alguien que no te deje colgado porque a partir de enero Karim volvió a lo que le resulta fácil. Hacer el julandra en la mediapunta. Lo que hacía cuando llegó al Madrid, aunque con menos timidez. Yo creía que cuando le marcó aquel gol al Olympique se le iban a caer la tontería, pero ni siquiera Mourinho pudo con eso. Tiene querencias y necesita de mucha voluntad para ir contra ellas.
(Rihanna con las medias de Karim, desnuda delante del espejo, afeitándose el vello púbico)
Dos centrales con bigote, un mediocentro que ordene y mande, un delantero que ataque con saña el balón y atraviese la portería. ¿Es mucho pedir? No me gustan las mutaciones. Me siento incómodo imaginando esos ‘madrides’ raros con Karim donde debería haber un depredador. Si es que al final no renta. Su forma lasciva de entender el juego acaba contagiando al resto. Pero me da pena que lo echen, y oye, a floren sé que le gusta. Es resultón, no hace daño a nadie, lo ignora el Bernabéu y pasa de hacer política en el vestuario. Si tuviera el gol entre ceja y ceja, sería el jugador madridista perfecto.
(si fuera malo, si fuera un depredador, sería un animal político, perdería ese encanto que sedujo a la mestiza)
Y un día jugó junto a Özil en el Madrid salvaje de Mourinho. Esa paz en el ojo de la tormenta fue historia del fútbol. Pero no acabaron de ganar. Quizás Benzema tuvo la culpa, o quizás la obsesión algo estéril de Cristiano, o fueron los muertos vivientes que llamaban a las puertas del templo. Pero si no marcas la que tienes, si haces lo que hizo Suárez en la final de Berlín, te quedas fuera de la historia. En un rincón, el de los artistas, de cara a la pared. Piénsatelo Karim. Deja de hacer el avioncito.
Ángel del Riego