KIKO CASILLA
Nombre y apellido sin rima. Grande, agradecido, rostro de agricultor. Viene del español y de la cantera, así que es doblemente nacional. No hace extraños ni tiene querencias. Es un portero de fútbol sin mucha sombra. Nadie sabe, pero gusta que un hombre normal esté al cargo de la nación.
KEYLOR NAVAS
Tiene cara de pobre, de nacer en una clase desdichada, de angustia, de tensión permanente. Eso lo aleja del Madrid y lo acerca al anonimato en vida. Del régimen anterior, tiene los reflejos inhumanos que crecen ante las malas hierbas, pero no está probada su capacidad de ganar partidos. Quizás de evitar la goleada, pero el Madrid no es eso, no lo es. Vive en la cueva y en su mejor partido con el Real (contra el Bayern), recibió un gol patentado en el laboratorio tecnológico de Valdebebas: fallo de Ramos en el despeje y una media salida que es como la de los niños que se levantan con fantasmas en la oscuridad. Sudor frío y la pequeña muerte.
NACHO
Chico cumplidor, clase media bien educada, agradecido siempre, peinado stacy malibú, español impoluto sirviendo las copas con delicadeza y guardando la propina con una sonrisa.
PEPE
Está todo dicho sobre él, y se ha vuelto a lesionar. Son demasiados años cayendo cuando más se le necesita (aunque no sea el caso, ahora). Tirar al mar y aceptar lo que nos den a cambio.
RAMOS
Fiel a sí mismo, en pretemporada ha vuelto a reinar y ha vuelto a protagonizar la foto oficial de la derrota. Dan ganas de poner a otro jugador en su lugar para comprobar el nivel real de su leyenda. Es cierto que en los libros sagrados quedó dicho que el oficio del defensa es no fallar. Eso es poco para el andaluz que intenta ser gran timonel y marcapasos. El año pasado el Madrid se esmochó por la mitad cuando faltó. El corazón central del equipo era una juguetería. Provocará otro año de dialéctica razón/religión y por sus dos últimos meses juzgaremos el melodrama al que nos ha sometido.
VARANE
Poco lucido en pretemporada, quizás lesionado, hay miedo de que pase de ser una supermodelo núbil a un viejo prematuro. No sabemos cuál será su madurez, y eso es la vida de un central.
DANILO
Gran zancada, hombre oscuro de cualquier barrio, algo atrofiado en ataque, sin genio, pero con una autopista pegada a las piernas.
CARVAJAL
Electrónica Carvajal no siente el miedo ni nada parecido. Ha protagonizado dos jugadas suyas, lumínicas, de principios del siglo XX. De cuando los átomos atravesaban paredes. Jugador único en su género con problemas para entender las ecuaciones en banda.
ARBELOA
Tiene años, prestancia y su poder en el vestuario ya no sirve. No hay enemigos con amigos entre la prensa. Está tieso físicamente y un jugador de esa edad necesita partidos que aquí no tendrá. Cumple como sustituto de Marcelo pero quizás deba irse a la liga quatarí para amargarle a xavi su dulce jubilación.
MARCELO
No centra, ni pisa la franja final del campo, lo que es una bendición para el equipo y un descanso para la vista. Sobre sus prestaciones defensivas y su psicotrónica defensa del segundo palo hay suficiente bibliografía escrita. Cuando el equipo se sincronice y sus recuperaciones en el centro del campo (su mejor arma defensiva) sirvan para algo, comprobaremos la altura de su fútbol con Benítez.
ILLARRAMENDI
El hombre que nunca estaba allí, ha sido declarado no apto por varias generaciones de entrenadores. Parece que resiste y en España resistir es vencer. Es dulce con los contrarios y suave con el horizonte del partido. Cuando juega aclara los caminos a los rivales y el Madrid se convierte en un embudo sin fin.
LUCAS SILVA
Nadie sabe muy bien qué hace en el Madrid. Pierna de madera, cerebro de tractor, incapaz de asimilar el espacio tiempo europeo.
KROOS
Centrocampista oficial para el resto del siglo XXI, se asomó al área rival contra el Bayern con varios disparos muy pintureros. Ha asimilado completamente el hecho de ser mediocentro, y en lo que erraba –la defensa de la frontal- no parece que este año tenga problemas, porque es la especialidad de Benítez.
MODRIC
Todo el Madrid sonrió cuando tocó la bola. Interior constructor de juego, el mejor desde xavi Hernández. Sin él no hay salida de balón. Convierte impulsos arbitrarios en jugadas con poso, peligro y geometría. A la vez bailarín y armador de juego, dos cualidades opuestas y que confluyen en su estampa infantil, femenina por su falsa fragilidad. Formará el centro del campo con Kroos, y cuando el madrid necesite más recuperación, subirá un peldaño a la mediapunta.
CASEMIRO
Falso negro, juega con un espejo y un azadón. No arma pero mantiene un empeine brasileño. Choca, rebota y se lleva el balón con cualquier parte útil de su cuerpo. Su función está clara, no así su sitio.
LUCAS VÁQUEZ
Chico para todo de la pretemporada, se le asimila con callejón, pero le falta un cualidad concreta que el jienense tenía: el gol. Benítez quiere su soldado universal, un falso extremo derecho que se deje los dientes en la espalda de los centrocampistas rivales. Sabe jugar, entiende el oficio de la pared y el desmarque y se irá cayendo de las alineaciones hasta ser irreconocible hasta por su propia familia.
CHERYSECHEV
Ruso fulgurante, es un Cristiano de bolsillo que llega y llega sin pausa ni medida.
ISCO
Parece uno de esos juguetes embalados primorosamente, que el niño arranca de las tripas del envase y juega con él hasta que comprueba que tiene un mecanismo simple: pasitos cortos como de salida de misa, devaneos circulares y una vuelta sobre si mismo. No tiene velocidad, no puede volar, no brilla en la oscuridad. El niño lo arroja contra una pared y espera impaciente el siguiente regalo.
Anchelotti lo descubrió montado en su pequeño pony y le obligó a cabalgar grandes distancias en la amplia pradera madridista. Chocaba de frente contra la BBC, la atrofiaba con su querencia por la media vuelta y si pisaba la mediapunta demasiadas veces se cruzaba con la diagonal de Cristiano. En pretemporada ha oficiado más por la derecha que por la izquierda. Muy lejos de Ronaldo, ha creado juego, parece que su zancada es más amplia y pisa menos el centro del ataque, donde se le ven los trucos, y asoma por los picos del área, sitio donde reina como ninguno. Le sigue faltando el último pase instantáneo y rectilíneo, a cambio, domina el regate corto y las zonas intermedias, donde aparentemente no pasa nada, como ningún otro jugador del madrid.
Y la imaginación.
JAMES
Parece predestinado a un puesto fijo en el equipo. Juegue bien o mal, su producción siempre es un gol o una asistencia. Apenas se le ha visto. No busca, no duda. Sabemos que fuerza las líneas del equipo contrario y todo lo que intenta se salda con victoria.
BENZEMÁ
En unos compases preciosos, se alternó con Cristiano en el ataque y fingió ser delantero centro mientras se escondía de las miradas ajenas en la mediapunta. Marcó de primeras y poco después se lesionó. Es el mejor mediapunta de un equipo que puede poner cuatro acorazados ahí. Sólo james siente el último pase como él, nadie tiene sus pasos de baile en la zona previa y sus caídas a banda son de culto. Pero es incapaz de contextualizar sus goles así que debe dimitir de delantero centro, para que nos maravillemos con sus obras de arte inesperadas y, los rebotes y los títulos que vienen detrás, los cace el depredador.
GARETH BALE
El dilema. Pocas cualidades pero todas blindadas. Como un superhéroe, apenas necesita del apoyo del equipo para derribar paredes y hacerse un hueco en el altar. Pero esos días señalados ya pasaron. Todos le conocen y contra el madrid el encierro es la ley. La complejidad del juego de ataque (sinuoso e intuitivo) del año pasado lo dejó de cara a la pared. No mejoró su control (sus piernas a veces parecen superficie acristalada y otras granito), inhibió su disparo entre el ceño del Bernabéu y Cristiano, y su pase enroscado de 50 metros llegaba fofos y blandos al compañero. Benítez le ha tratado como a una novicia regalándole la mediapunta y ha sido inútil. Tiene el pase de primeras, el intuitivo, pero le falta todo lo demás. Jugador extraño porque tiene pausa y es reflexivo, pero en zonas del campo donde eso no vale absolutamente nada. Como si su inteligencia futbolística estuviera anclada hace 50 años y nunca se diera cuenta de ello. Su intuición es limitada y ha capado su fabuloso disparo. No es capaz de hacerse sitio ni tiene imaginación y sólo cuando la jugada fluye clara en una dirección, puede activar alguno de sus poderes. Nunca constructor, quizás rematador si aprende a utilizar el cuerpo, y desbrava el instinto, obvio por la banda donde parece que no quiere volver.
CRISTIANO RONALDO
Su diagonal ya no va a volver y Benítez le sentará bien porque un equipo arrejuntado hará que sus esfuerzos sean más contenidos y eficaces. No sabemos dónde quedó su disparo, ni si su deriva hacia el centro de la delantera se saldará con un estancamiento del equipo o una nueva mutación de Benzemá, su chambelán favorito. Sus modificaciones internas, nuevas cada temporada, se incrustarán en la estructura del equipo hasta hacerla suya. Siempre es igual.
JESÉ
¿Será o no será el segundo delantero del Madrid? Mucho más ligero, marcó un gol que puso la imaginación del madridista en los bordes del 2014. Pasos de baile en el área y definición limpia hacia la zona vacía. Romario y el Kun andaban ahí. Dio 20 minutos en cada partido que jugó y luego volvió a la invisibilidad. Ténue en la presión y sin alardes demagógicos. Es un delantero que acecha. Tiene pinta de español, aunque no la suficiente, y es canterano. De momento no se extingue ni su futuro está asegurado. Se verá.
Ángel del Riego