martes, noviembre 26, 2024
- Publicidad -

Buen dato

No te pierdas...

El crecimiento del 1% en el segundo trimestre de este año es un dato más que positivo para la economía española. El Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja también que el crecimiento anual asciende al 4%. Es, sin duda, la mejor cifra de los últimos ocho años y el atisbo, si los problemas de China no arrastran a economía global, del fin de una recesión que ha creado la mayor desigualdad social de la democracia.

Con este crecimiento las cuentas públicas deberían reflejar una bajada del impuesto del IRPF que se anunció a bombo y platillo pero que no figura en ninguna partida

El crecimiento del consumo, reflejado en la calle, se ve en la venta de coches, en las reservas hoteleras, en la reposición de los electrodomésticos, en todos esos gastos familiares que el temor a la perdida del puesto de trabajo había cortado en seco.

Y es cierto también que las empresas españolas han ganado competitividad, pero ha sido a costa de la devaluación salarial, del trabajo precario y de los empleos a tiempo parcial.

Por eso resulta especialmente sangrante que unos presupuestos que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, calificó como sociales y que se han presentado con tanta antelación por cuestiones puramente electorales, tengan tan pocas partidas, reales, destinadas a «devolver a los españoles el esfuerzo que se les exigió para salir de la crisis».

Con este crecimiento las cuentas públicas deberían reflejar una bajada del impuesto del IRPF que se anunció a bombo y platillo pero que no figura en ninguna partida. No congratularse de la notable reducción a las ayudas al desempleo sin mencionar el drama que supone el que mas del cincuenta por ciento de los parados (cifra todavía por encima de los cuatro millones) no recibe ninguna prestación.

Si el arranque del debate presupuestario no se hubiera convertido en el primer acto de campaña, con un Montoro vendiendo sin pudor le gestión de Rajoy y su partido como los salvadores de una patria en bancarrota, y un Pedro Sánchez dando cuenta de las propuestas que Jordi Sevilla y su equipo de «sabios» preparan para su programa, nos habríamos enterado de que piensan hacer Gobierno y oposición para redistribuir la renta de los españoles. Pero el primero solo quería vender logros y el segundo no precisó con cargo a que ingresos basaba sus propuestas.

Como la Ley de Dependencia, la Ley contra la Violencia de Género, la Ley de la Memoria Histórica, han tristemente demostrado, cualquier proyecto que no lleve aparejada una memoria económica es un brindis al sol.

Sería imperdonable que esta recuperación económica que se vende como el «milagro español», sin parangón en Europa, deje a la ciudadanía de este país sumida en los intolerables niveles de desigualdad creados por ocho años de crisis y tampoco sirva para recuperar los derechos sociales, reflejados en la educación pública y la sanidad pública, devastados por los recortes.

Ha llegado la hora de empezar a devolver, pero a devolver de verdad, no con falsas promesas.

Victoria Lafora

Artículo anterior
Artículo siguiente

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -