Desde la aparición de Belén Esteban en 'Gran Hermano VIP' no había aparecido una mujer más «educada» en televisión. Se llama Maite, es autobusera en Pamplona, o mejor dicho lo era porque difícilmente volverá a ese trabajo, y para el resto de mortales es «la madre putona» de 'Gran Hermano 16'.
No lleva ni una semana en la casa y, con permiso del «chino mariquita» (como se conoce para ese mismo grupo de fans a Han), ya se ha convertido en la auténtica protagonista de esta edición, en el fenómeno mediático que todos los programas de la cadena.
Si «Mígue» se avergonzó de su Belén con las reacciones de ésta en la casa, Sofía, que está peor que el de las ambulancias porque lo está presenciando en vivo y en directo, debe estar pensándose ya cambiarse el apellido y buscar otra madre.
Sobre todo después de que su progenitora le haya dado consejos tan edificantes como que en vez de hacer edredoning con Suso le hiciera una paja, le haya llamado «guarra» ante otros compañeros o le respondiera «sí, como comepollas» a la pregunta inocente que había hecho ella de «¿plásticos es un sustantivo?». De momento, por ser su hija se ha salvado de una brecha en la cabeza, pues Carolina dijo que le hubiera tirado un plato a esa zona del cuerpo si se lo llega a decir a ella.
Ese tono «pacifista» de Sofía quizás no sólo se deba a ese vínculo familiar, sino a que ya sabe de qué es capaz su madre, con la que parece que incluso se iba de marcha por Estafeta y otras zonas de marcha pamplonesas.
Maite rivaliza ya con concursantes anteriores como «la legionaria» por ver quién de las dos es la más soez y grosera de todas las ediciones de 'Gran Hermano'. Seguro que es una de las primeras nominadas, pero ¿será la primera expulsada?.
Por su comportamiento sería lo lógico y deseable para todos menos para el programa y para los que lo ven. Si se va ella, ¿quién lo va a animar, la «pija mexicana» y su novio «retrasado«? (sí, así les llama el populacho). Sería demasiada responsabilidad para Han, que tendría que multiplicarse y terminaría cansando al personal.
Si se queda el «volcán» Maite no sólo habría trifulcas entre los participantes sino sexo para los ninfómanos y ninfómanas de este país. En cuatro días nos ha enseñado las bragas y las tetas, en mayor medida las primeras, y su afán por «zorrear» puede hacer que el término «edredoning» pase al olvido. Sin duda que la moza sería una amiga estupenda para Belén Esteban. Ah no, que las compañeras de marcha de ésta son todas rubias. Como ella.
La mosca