Hay que ser cínico y tener desparpajo para asegurar, como lo ha hecho Tony Blair en una entrevista en la CNN, que las decisiones que tomó junto a su amigo George Bush para invadir Iraq fueron con información errónea de los servicios de inteligencia y que además no podía imaginar el caos que provocaría precisamente la desaparición de Sadam Hussein.
Sí, le califico de cínico porque no creo que sea tonto, todo lo contrario, Blair es de los que se pasan de frenada por listo.
El ex primer ministro del Reino Unido ha pedido además perdón por las decisiones tomadas hace doce años, y en ese «mea culpa» que ha entonado ha dejado dicho que seguramente la aparición del Estado Islámico tiene que ver con lo que se hizo entonces.
O sea que Tony Blair se ha caído del caballo, no camino de Damasco, pero sí en un momento en que se anuncia que está a punto de ver la luz un informe sobre la guerra de Iraq que puede dejarle en entredicho.
Verán, pretender que todos los servicios de inteligencia del mundo sean unos inútiles y por tanto veían armas de destrucción masiva donde no las había, es intentar tomarnos por tontos al resto de los mortales.
Como lo es decir que no podía imaginar que se iba a organizar un infierno una vez desmantelado el Estado iraquí. Porque Blair y su amigo Bush no se contentaron con derrocar a Sadam Hussein, sino que desmantelaron todo el Estado, empezando por el Ejército.
Blair ha pedido perdón, George Bush y José María Aznar y Durao Barroso, el cuarto en discordia, no parecen dispuestos a hacerlo, pero lo cierto es que desataron los perros de la guerra» y hoy el mundo es mucho más inseguro y no solo eso, la creación del ISIS (Estado Islámico) ha sembrado de sangre buena parte de Oriente, y como muestra solo hay que mirar lo que sucede en Siria.
Ni Bush ni Blair desencadenaron la guerra en Iraq por amor a la democracia, sino defendiendo intereses económico-militares. Esa es la pura realidad. De nada sirvieron las manifestaciones pacíficas de millones de personas en todo el mundo clamando contra la guerra. El trío de las Azores, Bush, Blair y Aznar y Durao Barroso, se mantuvieron impertérritos ante el rechazo de los ciudadanos a esa guerra.
Ni Bush ni Blair desencadenaron la guerra en Iraq por amor a la democracia, sino defendiendo intereses económico-militares
Yo no creo que tuvieran mala información, sí creo que mintieron. Era evidente que no fue Sadam Hussein quién voló las Torres Gemelas de Nueva York, y puestos a buscar culpables podían haberlos buscado entre sus amigos, saudíes, sí, los amigos de Bush, Blair y compañía, o sea el resto de Occidente.
Tony Blair ha dicho en la entrevista en CNN que está preparado para enfrentarse al juicio de la Historia. La Historia ya le ha juzgado: es un político desprestigiado sin ninguna credibilidad. Lo lamentable es que la Justicia no les haga pagar a él, a George Bush y al resto de los políticos que provocaron una guerra que se ha cobrado la vida de miles de personas, y que como consecuencia de esa guerra se haya creado el ISIS, que hoy cientos de miles de personas huyan de sus países como en el caso de Siria o del propio Iraq porque allí la vida no vale nada. También han conseguido que en algunos lugares de Oriente sienten por Occidente un odio profundo y la consecuencia es que han puesto a nuestras sociedades en peligro. De manera que no, no puede haber perdón.
Julia Navarro