Insulta, que algo queda. Es una de las máximas que priman en este concurso. Menos ponerle la mano encima a alguien, todo está permitido. Lo de menos es demostrar al personal que la educación de esa persona brilla por su ausencia. Es más, para muchos ya se le presupone que no tiene.
Además, y para dejar claro que la mujer, como el hombre, es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, Raquel confirma cada hora que pasa en esa casa que no aprende, que de poco le ha servido el jugar como el Madrid o el Barça, es decir, con ventaja. En su caso, la de saber qué pasaba fuera de la casa y cómo respondía el personal.
Que si me acerco a Suso, que si me lo tiro (es de suponer que eso es lo que se hace en la hora sin cámaras, y no jugar al parchís o hacer punto), que si ahora provoco a Marta, que si después insulto a Sofía… A este paso va a lograr que los aficionados a esta edición terminen otorgándole el título de «desquiciada» de la misma, por encima de Maite.
Eso sí, la chica no ha ido a esconderse, ni a hacerse «un Enrique». No se oculta. Todo le da igual. Lo mismo casi llega a los puños con Marta, algo que lograron evitar sus compañeros cruzándose de por medio, que llama «puta guarra» a Sofía por tontear con «su» Suso, que amenaza a ésta con «arrastrarla por los pelos».
¿Radicará todo el problema en su frustración por no poder ir a los próximos Juegos Olímpicos como representante española en la categoría de badminton? Por mucho que intente justificarse, «el otro día Marta sacó mal hasta cuatro veces y no se lo contaron hasta la cuarta», Dios no le ha otorgado ese don.
No es de extrañar que la aludida la pusiera en su sitio: “Que te calles, anda, vete con tus 30 años a tomar por saco». Cómo se nota que la chica, aunque luego no sepa el gentilicio de Badajoz o completar la frase «si la dicha es buena…», tiene estudios. Nada de «bastorreces» de mandarle a un sitio peor.
A la citada Raquel le queda en la casa justo el tiempo que tarden en nominarla sus compañeros. En cuanto lo hagan se volverá a ir a la calle. Como la primera vez. Y volverá a llorar. Y volverá a quedarse sin chico. Otro día de la marmota.
La mosca