Calculadora en mano todos hacemos cuentas con la encuesta del CIS. Más vale ser escépticos ante los sondeos, esta misma semana en un solo día se publicaron cinco que no coincidían ni por casualidad. La del CIS, dicen los expertos, tiene algo muy muy relevante: más de 17 mil encuestados, y lo que importa a esos expertos no es el resultado final, el que se hace público después de la “cocina”, porque ahí intervienen ya elementos de apreciación que no tienen por qué compartir todos los profesionales. Pero los datos puros y duros, con el porcentaje de encuestados que tienen su voto decidido para los distintos partidos, más los que dicen que aún no saben o que se van a abstener, es lo que analizan los que saben hacer esas cosas, con el criterio que les parece más oportuno. Si a eso se suma que no hay recuerdo de voto en generales de Ciudadanos y Podemos, se comprende que haya tantas diferencias entre unas encuestas y otros.
Dicho lo cual, no hay apasionado de la política, y no digamos dirigente de partido, que no se haya lanzado sobre la encuesta del CIS para ver quién suma con quién. Y mal que le pese a Pedro Sánchez, si se confirman esos datos lo tiene crudo para ser presidente, pues no alcanza el respaldo suficiente ni aunque le apoyen Ciudadanos y Podemos. Tendrían que conseguir también el respaldo de las Mareas, Compromis y otras fuerzas extremistas … y no es fácil que Rivera llegue a acuerdos con ellos. Solo suman los ansiados 176 diputados, PP con Ciudadanos y PP con Psoe. Si se cumplen los pronósticos del CIS, que está por ver.
Hace días que gente destacada del Psoe confiesa su escepticismo respecto al futuro. Cuentan que sus datos se empeñan en darles no más de 90 diputados, que es más o menos lo que dice el CIS. Y cuentan también que Pedro Sánchez seguirá contando con la confianza del partido en según qué condiciones. Si no consigue siquiera ser segunda fuerza y se ve superado por Ciudadanos, gestora al canto. Con un presidente cuyo nombre se pronuncia abiertamente. Esa gestora prepararía un congreso extraordinario para rehacer de arriba abajo el PSOE.
Artur Mas y los independentistas acaban de sufrir un nuevo varapalo con la sentencia del TC, que la vicepresidenta en funciones afirma que no influye en la carrera independentista mientras Mas apenas le ha dedicado un minuto de su tiempo, ya que solo piensa en ver cómo consigue que la CUP le apoye como presidente. Que lo apoyará. Miquel Iceta explica la situación de Mas con un ejemplo muy gráfico: pedalea enloquecido en una bici estática que no avanza ni un milímetro. Inteligente idea la del primer secretario del PSC. Una vez más se confirma que Artur Mas se ha convertido en un personaje patético, aunque consiga su objetivo de mantener su despacho en la sede de la Generalitat.
Una vez más se confirma que Artur Mas se ha convertido en un personaje patético
Empieza la campaña electoral con todo muy abierto. Son las elecciones generales sobre las que es más difícil hacer pronóstico de ningún tipo, porque por primera vez el bipartidismo ya no es cuestión inamovible y, a quince días de las elecciones, pueden ser presidentes Rajoy, Sánchez o Ciudadanos, según vaya la cosa. Y por primera vez en campaña electoral la televisión va a tener un papel fundamental en el voto.
Además del debate del lunes entre Soraya, Sánchez, Rivera e Iglesias, que se prevé apasionante, tendremos el cara a cara Rajoy-Sánchez. Y además se ha producido el paso de Sánchez y Rajoy por la casa de Bertín Osborne, donde los dos han presentado su mejor cara, la más atractiva y la más inédita también.
Se han escuchado algunas quejas procedentes de Ciudadanos, y alguna menos de Podemos, que piensan que el presidente y el líder de la oposición han recibido trato de favor. Curioso que desde el entorno de Rivera e Iglesias critiquen lo que consideran uso abusivo de la televisión. ¿Dónde estarían estos dos políticos sin la televisión? ¿No son conscientes de que su salto a la fama lo deben a que desde hace años han participado muy activamente en distintas tertulias televisivas?
Pilar Cernuda