miércoles, noviembre 27, 2024
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Gran Hermano Porno en lugar de Gran Hermano VIP

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Vaya mierda de cámaras. O ponen más en la casa, y de las que funcionen, o este programa no lo terminará viendo nadie. No sólo no sé lo que ocurre en ese invento patético de la 'hora sin cámaras', ni tan siquiera lo que hacen debajo de los edredones, ni nada del interior de la ducha o el váter, sino que ahora ya no se ve ni cómo las concursantes femeninas, las salidorras concursantes, le tocan el paquete a un compañero.

En vez de un Gran Hermano VIP queremos un Gran Hermano Porno, o cuando menos un Gran Hermano Erótico. Con la 'S', en vez de la 'X' nos conformarmos. Ya lo dijo el gran Mota, «ir pa ná es tontería». Ver el sexo a medias, una gilipollez. Calentar al personal 'pa ná' es algo que no recetaría ningún médico del país.

En otras versiones, como las de México o Argentina, los telespectadores casi disfrutan tanto como los propios concursantes (quizás aquí me haya salido la vena vasca que tengo por parte de abuela). Lo que hay que ver, se ve. Aquí, como si estuviéramos en los cincuenta o sesenta, se intuye. Nada más.

¿Cómo es posible que Ricky le dijera a Mercedes Milá que «casi todas las chicas de la casa le han palpado sus partes íntimas» y nadie nos hayamos enterado de ello? La cara que puso ella de estupefacción no se sabe si fue por el hecho en sí o porque no hubiera visto nada de eso, por mucho que presuma de estar todo el día viendo Gran Hermano. Una de dos, o se duerme viéndolo, algo que no extrañaría a nadie, o esa emisión es igual de mierda que cualquiera de las muchas que emite Telecinco entre semana.

¿De qué nos valen ya frases de la presentadora tan populistas como «no os pongáis orangutanes cuando se hable de un pene»?, por los gritos que el tal Ricky y su colega Suso habían empezado a proferir, acompañados de saltos con los que no hubieran pasado ningún casting en el circo de Nidziella.

La primera en agradecer que se viera todo sería la propia Mercedes, y con ella los espectadores, ya que si la presentadora nos enseñó toda su ropa interior en otras ediciones cada vez que se ponía 'burraca' con algún participante a saber qué podría hacer si se levantara la censura en las imágenes de la casa.

Y es que lo peor ya hasta parece haberlo en el plató, ya que cuando Maite, la madre de Sofía, le espetó a Ricky «no te escupo por respeto«, Mercedes se levantó de su silla, se acercó a Maite y le pidió que retirara lo dicho porque de lo contrario la tendría que echar del plató. La navarra, que podía haberle respondido con un «¿tú y cuántos más?», muy propio de su carácter, terminó agachando la cabeza, mordiéndose la lengua y pidiendo disculpas. Ni sexo, ni sangre.

Eso sí, lo único que no varía son los favoritismos de la presentadora. Que tú me caes bien, 'entrevista Bertín' al canto. Que tú me caes como el culo, pues activo el modo 'entrevista Ana Pastor'. Quizás por ser todo tan repetitivo me haya puesto hoy en plan salidorra. Una tan sólo pide alguna novedad en el formato, al margen del rollito de las medias mentiras o medias verdades que se inventaron este año. ¿Es pedir tanto? Después de 16 ediciones, una cree que no.

La mosca

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