El próximo domingo día 20 los españoles estamos llamados a votar en unas importantísimas elecciones para la marcha de nuestro país.
Los políticos siempre decimos cuando llegan unos comicios, sean los que sean, que son los más transcendentes para el desarrollo de la política de España y para el futuro de la Nación. Pero en este caso tratándose de las Elecciones Generales y viendo la politización española de los últimos tiempos, especialmente mediática, es indiscutible que estas elecciones han tomado un cariz muy especial además de seguirse con mucha atención en el ámbito internacional por las repercusiones que pudieran tener un resultado confirmando en el poder al partido del Gobierno, u otro que trajese cambios en el ejecutivo.
Es indiscutible que estas elecciones han tomado un cariz muy especial además de seguirse con mucha atención en el ámbito internacional
Les pido que hagamos un pequeño y breve ejercicio de reflexión y que cerrando por unos instantes los ojos pensemos como estaba España hace cuatro años cuando los socialistas gobernaban, y como se encuentra actualmentente nuestro país gracias al gobierno del Partido Popular y la presidencia de Mariano Rajoy. Les aseguro desde mi atalaya europea, corroborada por todos los analistas y ejecutivos políticos europeos, que en España hemos pasado del oscurantismo y de las tinieblas del pasado con las políticas del gobierno de izquierdas socialista, a poder ver actualmente toda la gama de colores del arco iris gracias a las políticas desarrolladas en estos cuatro años por el Partido Popular.
Les puedo asegurar que cuando el Partido Popular cogió el poder por mandato mayoritario de los españoles, en los países desarrollados de todo el mundo nadie daba un céntimo de euro por una recuperación económica y social de España como la que hoy vivimos.
Con las políticas del PSOE, España hace cuatro años estaba abocada a un rescate económico y financiero de imprevistas consecuencias, y gracias a las medidas que se tomaron, que a veces se consideraron por los analistas y la sociedad duras y de gran sacrificio especialmente para las familias, hoy han dado su fruto y España es un país saneado económica y financieramente hablando, con una banca saneada, con la prima de riesgo en posiciones tan bajas que no se recordaba desde hace mucho tiempo, con importantísimo aumento de la inversión extranjera, con creación de empleo constante. Y no con destrucción de puestos de trabajos como cuando gobernaban los socialistas, y con un repunte en ascenso en los últimos meses de la construcción y la venta de viviendas nuevas y de segunda mano, así como de la automoción. Todo esto son datos irrefutables.
Es verdad que algunos agoreros, especialmente en las bancadas de las izquierdas, verán la botella medio vacía donde está medio llena. Pero también es verdad que en estas elecciones todos los españoles podemos votar para seguir confirmando, gracias al Partido Popular, las políticas de progreso y repunte económico para seguir dejando la crisis atrás. O votar para volvernos a meternos en un túnel tenebroso y conocido que vuelvan a arruinar a España con las políticas de izquierdas o neófitos sin experiencia ni programas consecuentes con lo que necesita España para seguir creciendo y ser una potencia dentro de la Unión Europea, donde la ha colocado de nuevo el Gobierno del Partido Popular.
Pero no olvidemos que al votar el próximo domingo, no sólo debemos pensar en quien es el partido que nos ha sacado de la crisis, que está creando empleo y que además garantiza las pensiones de nuestros mayores, sino que ante el trágico reto que seguimos teniendo en España con los nacionalistas secesionistas en Cataluña y en el País Vasco, que quieren romper y destruir nuestra Nación, los populares hemos demostrado que somos el muro de contención a las pretensiones soberanistas de los independentistas, y que mientras el Partido Popular gobierne España no se romperá y seguirá unida como lo ha hecho toda la vida. Por todo eso los Mas, los Urkullu y compañía desean la derrota del Partido Popular en estas elecciones generales.
Es la hora y el gran momento de España, para caminar hacia atrás como el cangrejo de la izquierda o seguir remontando el vuelo.
Es la hora de que hablemos de nuevo los españoles.
Carlos Iturgaiz