No la echábamos de menos, pero después de muchos meses, años incluso, pasando de ella, la prima de riesgo ha vuelto a nuestras vidas. Espero que no sea para quedarse, pues sería una muy mala señal. El caso es que el domingo hubo elecciones generales en este país y los endiablados resultados no han gustado nada a inversores y acreedores. Así que el IBEX se ha desplomado, la prima de riesgo ha subido y por tanto el coste de financiación de nuestra deuda. Lógicamente la incertidumbre es lo que más pesa en los mercados y desde luego un pacto de izquierdas o unas nuevas elecciones no es el mejor escenario.
El IBEX se ha desplomado, la prima de riesgo ha subido y por tanto el coste de financiación de nuestra deuda
España ha atravesado una de las mayores crisis de nuestra historia reciente. Aún hoy estamos saliendo de ella con dificultades. Como suele decirse, queda mucho por hacer. Pero, desde luego, si finalmente es imposible formar un gobierno que procure estabilidad, mucho del camino recorrido se desandaría. El PP ha sido la fuerza más votada, pero ya sabemos por primera vez en democracia que puede que no gobierne. Lo hemos visto en autonómicas y municipales y podemos verlo ahora en generales. El escenario que se abre es una posible coalición de izquierdas de multitud de partidos con el denominador común de burlar algunos de los acuerdos a los que se ha llegado con nuestros socios europeos. Otros, como la unidad de España, que no parecía que fuese una reivindicación del PSOE, también están encima de la mesa de esas negociaciones. La pregunta del millón es, por tanto, si Pedro Sánchez va a gobernar a cualquier precio, con ese 'gazpacho' dicen algunos incluso socialistas.
La función acaba de empezar, pero tiene mala pinta por las primeras declaraciones que se han ido filtrando sobre las intenciones de los socialistas que ahora pisan Ferraz. Ya han adelantado que con el PP a ninguna parte. ¿Lo mantendrán? ¿Se abstendrán por el bien de este país y sus ciudadanos? Tenemos la oportunidad de demostrar que quedan políticos en España que están a la altura de las circunstancias. Dicen algunos que no vamos a ser de repente alemanes y yo me pregunto, y por qué vamos a ser italianos. Han cambiado muchas cosas en este país, por qué la responsabilidad y la altura de miras no va a ser una de ellas.
Carmen Tomás