viernes, noviembre 29, 2024
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Va de disgustos

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A Pedro Sánchez el CIS le ha dado una puñalada trapera con el dato de que si se celebraran nuevas elecciones el PSOE se situaría en tercera posición, superado por Podemos, y que el PP de Mariano Rajoy sería nuevamente el primer partido en votos. Sin embargo el secretario general del PSOE no se rinde, recibió con amplia sonrisa el  pronóstico del CIS, respondió con que  estaba caducado porque en los últimos días se habían producido muchas novedades en el escenario político y a otra cosa, mariposa.

Sánchez se ve ya en presidente, y probablemente lo sea.  Tenía todo en contra, desde el resultado electoral a la animadversión no disimulada de la vieja guardia del partido y de la mayoría de los barones regionales, entre ellos los que más influyen, por la cantidad de militantes de sus federaciones. Pero ha jugado sus cartas con inteligencia. La principal, el tesón, no rendirse aunque ha estado varias veces contra las cuerdas. La segunda, que ese tesón se alimentaba con su propia certeza de que la única posibilidad de continuar en la secretaría general era ser presidente del Gobierno, así que se puso la navaja entre los dientes y emprendió la pelea.

Tercera carta: conseguir que Rajoy apareciera ante la opinión pública como un dirigente cruzado de brazos, inactivo, no dialogante, enrocado en su misma mismidad… No era cierto, el no dialogante era Sánchez, o para ser ajustados a la realidad, no era dialogante con Rajoy; pero el presidente y personas de su confianza han hablado lo suyo con dirigentes de otros partidos –no solo Moragas– , incluidos los socialistas. Pero no lo han hecho con luz y taquígrafos y contándolo a los cuatro vientos, así que las acusaciones de Sánchez al supuesto inmovilismo de Rajoy encontraron el terreno abonad.

El presidente y personas de su confianza han hablado lo suyo con dirigentes de otros partidos

Hay una cuarta carta que también da alas a Sánchez para hacerse con la presidencia, pero no la ha puesto él sobre la mesa, sino el PP: la corrupción en Valencia. Indignante, escandalosa y que ha colocado en el centro de mira a Rita Barberá, a la que Rajoy tanto ha cuidado. La ex alcaldesa, que quizá esté limpia de polvo y paja pero se encuentra en el ojo del huracán, haría un favor a quien tanto la ha amparado si dimitiera de su cargo de senadora.

El daño es tan inconmensurable, que Ciudadanos, más inclinado a hablar con el PP que con un Sánchez debilitado por las luchas intestinas de su partido y por su disposición a echarse en brazos de Pablo Iglesias en su afán de alcanzar la presidencia del Gobierno, ha acabado  por situarse más cerca del PSOE que del PP en las negociaciones que se han iniciado estos días. Los datos sobre lo que ocurría en Valencia, los sobres con los dos billetes de 500 euros que se blanqueaban a través de presuntas donaciones, y el hecho de que esté imputado medio  equipo –o más- de Rita Barberá, ha cambiado la situación.

¿Gobernará Sánchez con el apoyo de Ciudadanos? Quizá, al menos van a intentar un pacto escrito, amplio y con fechas para las iniciativas legislativas que quieren emprender.  Con la abstención de Podemos le vale a Sánchez para gobernar, si la consigue. Si tiene el apoyo de Podemos perderá en cambio el de Ciudadanos, la posición de Rivera es inamovible en ese sentido, a Podemos ni agua. 

Así que, hoy por hoy, es más probable un gobierno de Sánchez que de Rajoy. Pero sería un gobierno muy muy muy inestable, que podría saltar por los aires en cualquier momento. Mismamente cuando tenga que llevar al Congreso los Presupuestos Generales del Estado para su aprobación. Ni Podemos ni PP se los van a aprobar, aunque por distintas razones. Se pueden prorrogar, claro, pero las prórrogas no son infinitas.

Conclusión: si hay que hacer un pronóstico de futuro, tiene más papeletas Sánchez que Rajoy para hacerse con La Moncloa. Pero Sánchez va a sufrir lo suyo. Aunque, todo hay que decirlo, si finalmente fuera Rajoy el vencedor de la pelea, también tendría parecido sufrimiento. Y lo malo es que según el CIS unas nuevas elecciones no solucionarían el sudoku actual….

Pilar Cernuda

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