Que los de Podemos, que tienen como héroe al delincuente Alfon, con antecedentes policiales por acoso sexual y condenado por llevar bombas a las manifestaciones, se encalabrinen porque encarcelen a unos de unos tipos que hacen apología del terrorismo ETA e Islámico, «Alka-ETA», no puede extrañar a nadie. Ellos tienen también numerosos antecedentes de «comprensión » y empatía con los voceros reciclados de la banda. Es más, hace nada, Iglesias y Errejón, hace nada, berreaban al lado de un sujeto condenado a dos años por apología terrorista, el tal Pablo Hasel, que dice que es rapero.
Ellos tienen también numerosos antecedentes de «comprensión » y empatía con los voceros reciclados de la banda.
Da igual lo que se sea, titiriteros, raperos, macarras o lo que les de la gana. Lo esencial es lo que hacen y la apología terrorista, aunque ellos supongan que tienen bula por ser ellos, lo que tiene es delito. Que a ellos, que se sienten como en casa en las Herriko tabernas y se hermanan en pactos con Bildu, no se lo parezca y estimen que los etarras son gloriosos luchadores aunque quizás un poco, pero muy poco, desviados, es cosa suya, pero no de las leyes, de la democracia y de la decencia.
Que encima griten en apoyo a ciertos pregoneros por ello detenido el famoso «Je suis…» como si estos fueran las victimas del terror es algo tan repulsivo como obsceno. Los de ETA, por si no lo saben, eran los terroristas, los secuestradores, los asesinos. Los de «Je suis» eran los mas de 850 asesinados por la banda.
Pero además, en el repulsivo de Madrid hay algo añadido y muy trascendental. La apología se hacía ¡para niños!. Un adoctrinamiento vil de la infancia, con violencia, plagada de violencia y agresión y concluida con esos vivas, esa es la traducción de «Gora», a ETA.
Ha actuado la fiscalía y la Audiencia Nacional pero a los cargos, no sé a que espera, debía añadirse el fiscal de menores y actuar en consecuencia añadiendo ese cargo a los anteriores.
El Ayuntamiento de Carmena es el responsable, su concejal de Cultura, Mayer, en primer término. Y cada vez un poco más metida en el fango. Pues primero hizo como que se disculpaba y se personó en la denuncia pero en horas ya estaba pidiendo que se retiraba pues le parecía «intolerable» que los jueces decidieran enviar a los denunciados a prisión. A la alcaldesa le ha estallado el asunto, uno más, en plena cara. Y que está pillada lo prueba que por un lado desautorice a su concejal y mantenga la denuncia y por el otro no se atreva a cesarla pues sabe que su «tropa» la apoya y a los autores de la barrabasada pues en lo esencial piensan como ellos, son de los «suyos» y justifican la cosa como «carnavalada», como algo trasgresor y «progre». Y a lo más que llegarán en su reproche es que «se han pasado un poquito». Como mucho.
Y queda el PSOE, ¿qué harán los concejales socialistas que les dieron el gobierno?. Pues pasan los días y no saben, no contestan. Pero esto ya ha traspasado todas las líneas de la vergüenza y se verán obligados a dar el paso. Para Carmena y para ellos la única salida es que la concejal, sustituta de Zapata, que hubo de dejar la responsabilidad de Cultura pero no el acta, dimita. Pero puede que como su antecesor a medias. O sea, cambiando de cargo, o sea no dimitiendo de nada.
Antonio Pérez Henares