Mira que lo he intentado. Que no, que no escribo de Gran Hermano VIP. Ha sido imposible, los acontecimientos me superan y a una no le queda más remedio que comentar y, lo que es peor, ver al menos un ratito de un programa que tiene más especímenes que 'La parada de los monstruos' de Tod Browning.
Se va uno, Rosa Benito, y entra otro, el pequeño Nicolás. Sí, aunque no se lo crean, ha vuelto 'el niño de los juzgados', como parece se le conoce ya en mentideros judiciales. Y entre la una y el otro siguen ahí dentro el nuevo Tenorio y la nueva Victoria Meurent, la modelo a la que la necesidad llevó a la prostitución y que se convirtió en la amante y musa del pintor Edouard Manet.
Así es más o menos como ve a Belén Roca Carlos Lozano, que no se cortó a la hora de decírselo directamente a la cara: «Te vendes tú y te regalas, y ahí están los vídeos en los que te regalas a los millonarios». Ni Marilyn Monroe, según él, buscaba uno en 'Con faldas y a lo loco' con tanto disimulo.
El veterano presentador metido a ligón de tercera en esta casa de locos no consiguió sacarla de sus casillas a su compañera hasta que le dijo también que «eres una necesitada». Histérica, como si le hubieran puesto banderillas negras, le sugirió a su compañero que se callase, «oye no te pases, eh, no te pases». No llegó después el «o te doy dos hostias», como era de esperar en un ambiente así, pero poco le faltó.
La disputa había comenzado minutos antes, cuando Carlos decidió nominarla porque, según él, desde que se había juntado con Charlotte, no hacían nada y solo hablaban de «frivolidades«. ¿Ah, pero es que hay alguien ahí dentro que filosofe como Tales de Mileto, Nietzsche o Heidegger? Debe ser que hablan de ellos cuando no les veo.
La chica, que quizás no sabía ni lo que significaba eso de 'frivolidades', por si acaso pasó directamente al ataque y lo mismo le llamó «falso» que «viejo asqueroso», al tiempo que le incitaba a cruzar el charco, «vete a presentar a Perú«. No, no sé qué tiene esa mujer contra los peruanos.
Al latin lover por supuesto no le sentó nada mal que le mandara a ese lugar, donde él dice que es más famoso que Tupac Amaru, el líder de la mayor rebelión indígena anticolonial que se dio en América durante el siglo XVIII. Lo que le ofendió fue eso de «viejo asqueroso», seguramente más por la primera palabra que por la segunda.
«Vosotras me venís detrás, que os metéis en mi cama«, como si la suya fuera más visitada que el camarote de los Marx. O a lo mejor es lo que él querría que sucediera. Eso sí, enseguida mostró que por encima de todo está la buena educación y le puntualizó a la rubia que «si te jode lo que te digo, te aguantas».
¡Y yo me lo quería perder! No sé cómo habré podido estar tanto tiempo sin ver a gente tan elegante, simpática y bien hablada.
La mosca