La OCDE y la Unión Europea ya están avisando a España de los peligros de que la actual situación de incertidumbre política paralice las reformas que aún necesita la economía española para continuar su recuperación. También estos días, varios comisarios europeos han exigido a España que presente sí o sí en abril un plan de reformas que conlleve un recorte del gasto público de unos 8.000 millones de euros. Además, Bruselas pone de manifiesto en un informe la vulnerabilidad de la economía española frente a circunstancias externas. Cree la CE que «la economía española ha experimentado un fuerte tirón gracias a la medidas tomadas como respuesta a la crisis». Y sugiere más medidas complementarias en el mercado laboral y mano dura con el excesivo gasto que están mostrando algunas comunidades autónomas.
la economía española ha experimentado un fuerte tirón gracias a la medidas tomadas como respuesta a la crisis
Son algunas de las consecuencias que está teniendo la incertidumbre sobre cuándo y qué gobierno tendremos. Esta semana por fin se celebrarán los debates de investidura de Pedro Sánchez, quien acude con un documento de gobierno firmado con Ciudadanos y una consulta a la militancia socialista que ya veremos cómo acaba. La cuestión es qué pasará después, los dos meses siguientes, si habrá algún acuerdo de gobierno o elecciones generales. Lo que sí está claro es que muchas inversiones están paralizadas y lo dicen las propias organizaciones empresariales. Un desastre si tenemos en cuenta que todas las cifras que se van conociendo son buenas y podrían truncarse por la desconfianza que supone no tener un gobierno sensato que siga con las reformas.
La economía española creció el año pasado un 3,2 por ciento, el mejor dato desde 2007, gracias al tirón del consumo y la inversión; el sector exterior sigue su estela; el turismo marca récords tanto en número de visitantes como en ingresos; la venta de viviendas marcha a buen ritmo, y la deuda, de momento, sigue colocándose sin problemas. Pero, a nadie se le escapa que la deuda pública es abultadísima, que el déficit público es aún alto y que hay que crear más y mejor empleo. ¿Estarán los políticos, ahora sí, a la altura de las circunstancias?
Carmen Tomás