Hemos oído hace pocos días en una cumbre de los líderes europeos de izquierdas en Bruselas la sorprendente conversación que mantuvieron Pedro Sánchez y Alexis Tsipras.
Tras escucharles a los dos está claro que la desesperación de Pedro Sanchez por ser presidente del Gobierno de España de cualquier manera y a cualquier precio le ha llevado a pedir sopitas al líder extremista griego Tsipras. Para que su colega de andanzas políticas también extremista, Pablo Iglesias, apoye a Sánchez y de este modo consiga alcanzar la presidencia del Gobierno de España. Demuestra con esto Pedro Sánchez que está dispuesto a arrastrarse patéticamente por los círculos más radicales de Europa y mendigar ayudas de cualquier modo.
Como todos contemplamos en esa petición y suplicatorio por parte del Secretario de los socialistas españoles, sólo obtuvo una sonrisa de medio lado y un apartar la cabeza por parte del presidente heleno. Pero sobresale que en esa misma conversación captada por las camaras de televisión escuchásemos a Pedro Sánchez quejarse de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, es muy duro en las negociaciones y en sus planteamientos de pacto gubernamental. Por cierto, no creo que le haga mucha gracia a Albert Rivera y a los miembros de Ciudadanos ver como comienza a escabullirse Pedro Sánchez, buscando nuevos socios que saltándose lo firmado con la formación naranja le de la posiblidad de conseguir su único objetivo político, ser el inquilino de la Moncloa.
No sé de que se queja Pedro Sánchez, ya que ha tenido la suerte de saber como es la posición del antisistema Pablo Iglesias, porque juntitos se han sentado, han hablado y discutido. Lo digo porque Pedro Sánchez ha concedido a Pablo Iglesias lo que no le ha dado de ninguna de las maneras al vencedor de las elecciones, al Presidente Rajoy, a quien siempre le ha despreciado con ese rotundo no, no y no a hablar y pactar cualquier cosa con el Partido Popular.
Visto lo visto, de la misma manera que ha pedido Pedro Sánchez ayuda a Tsipras, la angustia de Pedro Sánchez tal vez le lleve a hablar con los patrocinadores de Podemos. Ese siniestro régimen de Irán que lapida a mujeres y cuelga en grúas a los hombres que son homosexuales, y que ahora los tribunales españoles comienzan a estudiar y a investigar una posible financiación ilegal de Podemos.
O por otro lado tal vez podría el señor Pedro Sánchez hablar con los otros colegas de Pablo Iglesias, me refiero al narcodictador de Venezuela, Nicolás Maduro, cuyo gobierno encarcela a los líderes políticos de la oposición venezolana y hunde económicamente al país, para que le echen otra manita con Pablo Iglesias para que ceda y se ablande un poquito para que el líder de los socialistas españoles gracias al podemita sea Presidente de Gobierno.
Algunos empiezan a caerse del guindo en este país y comienzan a darse cuenta de que todo vale para el líder de los socialistas españoles
Lo cierto es que ya algunos empiezan a caerse del guindo en este país y comienzan a darse cuenta de que todo vale para el lider de los socialistas españoles, y el pronóstico está claro, Sánchez sabe que unos nuevos comicios es su finiquito, por lo tanto solo puede agarrarse a un clavo ardiendo y ceder y dar lo que sea necesario para formar gobierno sea con quien sea, y quien le da los votos para lograr su objetivo son los de Podemos acompañados de los nacionalistas y los separatistas.
Es decir, lamentablemente cada vez estamos más cerca del frente popular en el Gobierno de España, y de la cesión de poder a quienes quieren destruir nuestra Nación.
Carlos Iturgaiz