Los ciudadanos españoles nos hemos acostumbrado a que muchos de los derechos que la Constitución nos garantiza se queden en una mera de declaración de buenas intenciones.
Un claro ejemplo de ello es el hecho de que la gratuidad de la enseñanza en su etapa básica, reconocida por el artículo 27 de nuestra Carta Magna como obligatoria, es en la práctica para muchas familias españolas un mero espejismo.
Pensemos por un momento lo que para muchos padres con hijos en edad escolar evoca la expresión popular “vuelta al cole”. Si les preguntáramos a ellos, nos dirían que implica múltiples gastos en equipamiento escolar, y dentro de este capítulo los libros de texto, seguro que ocuparían una de sus mayores preocupaciones.
Paradójicamente los textos de las leyes educativas consideran la igualdad de oportunidades en educación como un elemento esencial que permite construir una sociedad libre y democrática. También nos dicen que las sociedades modernas ven en la educación que reciben sus jóvenes el mejor medio para alcanzar el progreso económico y social así como el bienestar personal.
Si todo lo anterior es cierto a qué esperamos para trabajar para conseguir un sistema educativo que lo garantice.
Algunas administraciones educativas siguen tolerando que, año tras año escolar, esa igualdad de oportunidades se tambalee. La Comunidad de Madrid es uno de estos casos, cuenta con una administración educativa que se ha olvidado por completo de establecer un sistema eficiente y universal que evite que los padres hagan frente al gasto de los libros de texto en las etapas obligatorias.
Para poner fin a esta falta de política, el grupo parlamentario de Ciudadanos presentó hace unas semanas una Proposición de Ley en el registro de la Asamblea de Madrid, que tiene como objeto garantizar la gratuidad de los libros de texto en la Comunidad de Madrid.
En el texto presentado, se regula un sistema de préstamos de libros de texto, en el que los centros educativos asumirán la titularidad de los mismos. Defendemos un sistema basado en principios tan fundamentales como la universalidad, la gratuidad, la voluntariedad, la autonomía, la responsabilidad social y la transparencia o rendición de cuentas.
Por otra parte somos totalmente conscientes de que el éxito del sistema de préstamo depende del grado de compromiso que se consiga del conjunto de la comunidad educativa, especialmente del fomento de actitudes responsables en su utilización.
Ciudadanos es un partido político que está firmemente comprometido con la consecución de la plenitud de los derechos y ello implica impulsar reformas sensatas. Con la Ley de gratuidad de los libros de texto estamos caminando en esa dirección y por su puesto, si me permiten la expresión coloquial, seguro que estamos más cerca de una vuelta al cole gratis.
María Teresa de la Iglesia