Unos dirán que Mercedes Milá tiene menos futuro como pitonisa que como presentadora de Gran Hermano. Otros, que Telecinco, después de esas acusaciones de amaño por parte de una de las suyas, ha decidido recular para no cargarse la credibilidad del formato, que parece, según las audiencias, que sigue siendo muy alta para muchas personas de este país.
El caso es que, ¡oh, maravilla!, no ganó Mila Ximénez Supervivientes. Lo malo es que, ¡increíble!, sí lo hizo Jorge Díaz. ¿Que como ha ganado este tío? Pues eso mismo me pregunto yo y, sobre todo, los que ven estos concursos esperando que alguno de los concursantes den juego, de una manera u otra. Ya sea con sus discusiones, con sus charlas, sus desnudos, sus escenas picantonas o, simplemente, por su simpatía.
Al modelo le ha bastado con pasar desapercibido (la mejor táctica para llegar lejos en un reality), con no discutir con nadie, con lo que se aseguraba no tener enemigos y con lo que precisamente por ello no había sido nunca nominado, y con ganar muchas pruebas de supervivencia e imposibilitar así que los que no se había ganado del todo su confianza pudieran nominarle, al ser inmune.
El chico, por mucho que intentara soltar alguna gracieta el último día, no se ganará con su labia un puesto de tertuliano en ningún programa de Telecinco (si lo hiciera ya no habría que poner las películas del Oeste de Telemadrid, en invierno, ni el Tour de Francia de TVE, en verano, para poder dormir una reparadora siesta).
Quizás ganase por lo de evitar la palabra 'tongo', que se hubiera hecho viral de haberse impuesto Mila Ximénez (¿además de a los pelotas de sus compañeros de Sálvame, realmente le cae bien a alguien esta señora?), o para que Yola Berrocal, esa 'sex bomb' decrépita a la que da penita verla después de su paso por la isla (antes tampoco era para sacarla en la Pasarela Cibeles), no empezara a pensarse hasta en presentarse a presidenta del Gobierno después de haber ganado tres realitys.
Lo que es seguro es que esta dos mujeres van a ganar mucho más dinero que el que se ha llevado el ganador. Mila con su labor diaria en Sálvame, de la que, a diferencia de Rosa Benito, no la van a sacar nunca, y Yola con sus apariciones televisivas, su más que probable desnudo en alguna revista, y hasta sus bolos discotequeros. ¿Para qué van a contratar a Jorge? ¿Para que se quite la camiseta en una disco? Eso ya lo hacen muchos, igual de desconocidos, y gratis.
De todas formas lo peor no es que haya ganado este sosainas, ni que especímenes como MIla y Yola hayan llegado a la final. Lo peor es que, repito, dadas las audiencias, habrá una nueva edición de Supervivientes. Y supongo que con Jorge Javier Vázquez al frente, si no acaba la cadena con él con tanto espacio seguido (el único que le faltaba era Gran Hermano y Milá se lo ha servido en bandeja con su ración de pitonisa).
A veces pienso que se creen que una no puede vivir sin ver los pechos al descubierto de los 'tabletitas' de turno (curioso que Suso tuviera que estar en la entrevista previa al plató sin camiseta todo el rato. ¿Y por qué no desnudo íntegramente?). En fin, relajémonos que estamos en verano. Supervivientes (esta edición), ha muerto. ¡Larga vida a la siguiente castaña que osen ponernos! Televisión en estado puro.
La mosca