Veinticuatro horas después del nuevo desastre de Hable con ellas, Telecinco no ha comunicado todavía que retira el programa o, como mínimo, que lo manda a Divinity. Al parecer, Alba Carrillo, Sandra Barneda, Rocío Carrasco, Mónica Martínez y el chico-chica catalán tienen más importancia para la cadena que Sara Carbonero.
A la mujer de Casillas, presentada como gran estrella de la casa, la mandaron a Divinity después del fiasco de las dos primeras emisiones. Al 'quinteto de la muerte' (cada domingo atentan contra las neuronas de los telespectadores y van camino de acabar con ellas) parece que le van a seguir aguantando pese a tener esta semana y en la anterior 200.000 espectadores menos que Quiero ser en su debut.
Que conste que ni defiendo a la Carbonero (válgame Dios), ni a su inmundo programa (todos sus protagonistas deberían estar detenidos), ni a su paupérrima audiencia (en Divinity no ha pasado de 269.000 fieles y un 2,7% de cuota, pese a que este lunes ha quedado reducido a 15 minutos, 25 menos que en sus emisiones en Telecinco). Todo lo contrario.
Lo único que pido es ecuanimidad en las decisiones, y, por tanto, que si se echó a la Carbonero, con más audiencia, que se ponga de patitas en la calle a ese repóker de 'bellezas' que tienen para las noches dominicales (que se queden sólo con Sandra Barneda, la única gran profesional de todas ellas).
Sobre todo para que alguna de ellas no se crea lo que no es y termine haciéndose pasar por ello en su currículum. Ese es el caso de Alba Carrillo, que, como Judas negó a Jesucristo, dijo a los cuatro vientos tres veces que «es que yo soy presentadora de este programa».
Querida Alba, por muy buenorra que estés, según dicen los pocos hombres que ven Hable con ellas, para ser presentadora no sólo te falta una carrera (una de periodismo, no de esas que te echabas con Feliciano en una pista de tenis), por mucho que ahora cada vez se exija menos la misma para aparecer en televisión, sino una locución y un saber estar ante la cámara que no sólo no tienes sino que creo que nunca tendrás.
Desde luego no lo conseguirás limitándote a gritarle a Olvido Hormigos que «tú no eres un ejemplo para las mujeres. No tienes vergüenza. No vendas que estás protegiendo a tu familia, porque les estás vendido un padre y una madre ideal que no se miran a los ojos y luego te pones a follar entre dos coches».
¿Hacerlo entre dos vehículos es distinto a hacerlo dentro de ellos o incluso sobre el capó de los mismos? Una personalmente cree que incluso es peor en el interior, sobre todo por las dificultades que conlleva lo otro, especialmente si el coche no es muy grande.
Carmen Alcayde, sí, Carmen Alcayde, porque, por si no tenían bastante con cinco presentadoras, la producción del programa decidió llenar el plató del programa con Suso, la citada y demás morralla televisiva, le dijo a la 'presentadora' de Alba que «la culpa no la tienen las pilinguis», no se sabe si tildando como tal a Olvido o echando un capote a las profesionales del amor.
Meterse con la exconceja, querida Alba, es lo más sencillo del mundo hoy en día en televisión. Olvido va camino de convertirse en la mujer que mató a Manolete, que urdió el tema de las preferentes y que ha impedido que se forme gobierno en este país. Eso, señora 'presentadora', no tiene mérito. Como tampoco su nueva profesión. Sobre todo si una la ha conseguido por ser quién es. O era.
La mosca