Uno llega a una edad en la que tus padres confían lo suficientemente en ti como para dejarte sólo en casa una tarde entera. Tan pronto como el coche arrancaba, este joven de 12 añitos se ponía manos a la obra. Los CDs y los vinilos se esparcían por la moqueta. Era un DJ sin distinciones. Abba iría seguido de Rod Stewart, Boney M de Burt Bacharach, OMD de Neil Diamond, Willie Nelson de Bob Marley. Algunos para escuchar, la mayoría para bailar. Elvis Costello dijo una vez que escribir sobre música era como bailar sobre arquitectura, un sinsentido. La música siempre acaba hablando por si sola.
Si eres de ese tipo de gente tribal que quiere bailar de principio a fin en un concierto, entonces este es tu grupo. Cannibals está en su estudio grabando más canciones para su casi inminente nuevo EP (mini álbum de 6 canciones). Con solo 25 años, Pedro Cazorla, líder, cantante, guitarrista y percusionista, tiene sobre sus hombros una cabeza muy bien amueblada. Junto con Toti García en el bajo, Pablo de Pablo en la batería, Mario de Mora como guitarrista principal, y el recientemente reclutado Rodrigo Gutiérrez a cargo del teclado, Cannibals trae música dance tropical a las buenas gentes de España.
Fotografía cedida por Pedro Fernandez
Cazorla decidió convertirse en músico después de ver a los Rolling Stones en el Vicente Calderón en 2003. Ha intentado llevar una vida corriente, estudiar, encontrar trabajo estable, pero como la mayoría de los artistas, él vive para crear, no para servir. Lleva ya un tiempo componiendo temas y tocando para diferentes grupos, aunque hasta hace muy poco no ha sentido que estuviera creando un sonido que pudiese tomar como suyo propio. Cannibals es el salto a la madurez de Pedro.
Suena algo cansado por teléfono. El día anterior él y Toti se habían pasado doce horas ensayando y grabando pistas de batería y bajo para su próximo single, ‘You Want It’. Pedro, como su héroe Bob Marley, empieza sus canciones con un bajo y un ritmo en la cabeza, y construye el resto alrededor, juntando las demás piezas del puzzle. El resultado de ‘You Want It’ es una sensual Kizomba que nos traslada a Angola, el país en el que nace este sonido.
Desde su formación oficial en mayo de este mismo año, Cannibals ha publicado dos singles. El concepto de lanzar un álbum completo ha ido pasando de moda poco a poco debido a la notable disminución de la capacidad de concentración de los oyentes más jóvenes. ‘In Toledo’ fue el primero. Los más mayores deberían reconocer al instante el sonido Mbaqanga, que tan popular se hizo gracias a la colaboración de Paul Simon con músicos sudafricanos en el ganador del Grammy al mejor álbum ‘Graceland’ en 1987, año en el que el apartheid estaba aún en vigor.
El segundo single, ‘D.O.A’, salta a un estilo más cercano al rocksteady jamaicano de los años 60 utilizado por bandas como ‘The Wailers’ y ‘Toots and the Maytals’. Studio B en Madrid, bajo las directrices del productor y amigo de Follow la Música, Berni Calvo, está haciendo todo lo que puede para parecerse a Studio One en Kingston. Ambos singles van acompañados de un videoclip dirigido por el propio líder de la banda y producido por los creativos audiovisuales Borja Rebull y Helena Loro. No es un trabajo hecho por amateurs, sino por jóvenes profesionales con talento y grandes ideas unidas a un gran sentido del humor ‘Monty-pythonesco’
Cazorla reconoce y agradece el apoyo que ha recibido de sus amigos y familiares. Su último concierto en Madrid hace un par de semanas en la Sala Funhouse fue el primer lleno del grupo. Sus dos vídeoclips en YouTube acumulan ya casi 10 mil visitas. La gran capacidad de tocar en directo con tanta libertad música dance inspirada por ritmos de esclavitud, ya está pasando de boca en boca, y está alcanzando a un público más allá de los allegados hasta una segunda generación. Para alcanzar el éxito, la clave será despertar el interés de aquellos que no tienen ningún tipo de conexión con la banda. Quizá esto ha comenzado, pues ya tienen dos fans en Zimbabue.
Como en aquellas noches solitarias en el salón de mi casa hace más de 25 años, Cannibals lanza su repertorio musical al suelo, pero el suyo es el de la pista de baile.
Matthew Kennington