miércoles, noviembre 27, 2024
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Reyes Magos

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Acababa ANDREA, la androide de mi bar favorito, de servirme una bebida cuando entraron los Reyes Magos. Por la cristalera pude atisbar sus camellos aparcados sobre la acera, como cualquier moto, haciendo sus necesidades sin que nadie las recogiera, como con miles de mascotas en Madrid. Con Carmena o con Botella es igual: las aceras sucias y entregadas a cualquiera que no sea un peatón.

ANDREA les sentó en mi mesa argumentando que el local estaba hasta los topes. Los Magos me saludaron amablemente y mientras se aposentaban intenté, disimuladamente, asegurarme de la autenticidad de las barbas de Melchor y Gaspar y de la tez morena de Baltasar

– ¡Estoy harto de tantas cabalgatas! exclamó Gaspar. 

– Si no fuera por nuestro don de la ubicuidad nuestro trabajo sería imposible, afirmó Melchor. 

– Ni hace falta que lo digas, confirmó Baltasar. Sin embargo, este año hemos pasado miedo pensando en un posible atentado a pesar de las medidas tomadas para evitarlo. Los niños y los padres que se nos acercaron fueron muy valientes, respondiendo al terrorismo con la normalidad de sus actividades.

¿De vuelta al Oriente? les pregunté. 

– ¡Qué va! dijo Gaspar. Allí ya no hay quien viva. Nos tuvimos que marchar. Melchor se instaló en Ginebra donde vende nuestro oro, mirra e incienso. Yo me establecí en Bruselas y conseguí que me emplearan en la Comisión Europea como experto en recién nacidos.

– A mí, dijo Baltasar, me acogieron unos familiares afroamericanos en Washington DC, descendientes de emigrantes forzosos. Les ayudo en temas de discriminación racial. Nadie me conoce allí y los policías me dan miedo. A veces me disfrazo de Papa Noel para animarme.

– ¿Qué tal se llevan con Santa Claus?

– Él es el amo hasta Navidad y luego venimos nosotros, contestó Gaspar con satisfacción. Nos llevamos bien. 

– ¿Regalan muchos juguetes?

No regalamos nada. Lo nuestro es una franquicia a los padres que regalan en nuestro nombre, precisó Baltasar. Lo mismo pasa con Papa Noel. 

¿Y cuando les piden paz para el mundo?

– Eso podrá ser una bendición, pero no es un regalo. La humanidad se lo tiene que ganar a pulso. 

– ¿Y más seguridad internacional?

– Para eso está la diplomacia, la cooperación al desarrollo, el Consejo de Seguridad de la ONU, Tribunales internacionales y, también, las fuerzas policiales y las militares, dijo Melchor.

– ¿Y para disminuir e, incluso, eliminar la corrupción?

– Hay que exigírselo a los políticos, a los más destacados de la ciudadanía y a la sociedad en general, señaló muy seriamente Gaspar.

– ¿Y menos desigualdad?

– Hay que dirigirse a los mismos, respondió también Gaspar. 

– Acabadas sus copas se fueron montados en sus camellos que dejaron la acera que daba asco, mientras entraban en el local Pesadillas y Centrocampista que enseguida se hizo con una copa servida por ANDREA. 

– ¡Eran los Reyes Magos! exclamó Pesadillas, ilusionado como un chaval. ¿Te han regalado algo? me preguntó. 

Consejos.

– Eso es muy barato pontificó Centrocampista.

– En efecto, pero eran buenos, aunque ya los conocemos de toda la vida. 

¿Y han hablado de Trump, de Putin, de Rajoy, de Trillo? preguntó con morbo Pesadillas 

– De alguna manera. Sin citarlos.

– Trillo se va a refugiar, como si nada hubiera pasado, en el Consejo de Estado donde es Letrado, insistió Pesadillas. Tenía que haber dimitido por lo del Yak siendo Ministro de Defensa y nunca debía Rajoy haberle dado una Embajada. Ya tendrían que haberle cesado.

– Rajoy le estará endeudado políticamente, aventuró Centrocampista.

Casi nadie dimite en este país. En otros se van por bastante menos que mandar, como hizo Rajoy siendo Presidente del Gobierno, unos SMS recomendando fortaleza a su antiguo tesorero encarcelado, Bárcenas, cualquiera que sea la interpretación de semejante consejo. Si no dimitió Rajoy entonces, ¿Quién va a hacerlo ahora? ¿A quién se lo pueden exigir? 

Aquí nadie se responsabiliza de nada políticamente dijo sombríamente Pesadillas. 

¡Que se fastidien!  exclamó Centrocampista. 

– ¿Quiénes? pregunté.

¡Qué más da! respondió enfurruñado Centrocampista mientras se iba en búsqueda de otro corrillo perseguido por ANDREA para rellenarle su copa.

– ¿De verdad no han hablado los Magos de la inminente cumbre entre Putin y Trump que organizaría el yernísimo de éste último, Jared Kushner, su probable consejero especial en la Casa Blanca -involucrado, asimismo, en negocios inmobiliarios con importantes capitales chinos? preguntó Pesadillas. 

– ¿Tú qué sabes?

– Nada, solo que a veces alucino con lo que veo, leo y oigo, me contestó Pesadillas.

Carlos Miranda

Embajador de España

Carlos Miranda

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