El pasado domingo, el Partido Popular de Madrid tuvo sus primeras elecciones abiertas por sufragio universal entre los militantes. Y los militantes no dudaron: le dieron un apoyo de más del 86 % a Cifuentes. Ha arrasado.
Cristina Cifuentes se ha ganado el apoyo de sus bases con tesón, eficacia, simpatía, cariño, desparpajo y ese no parar que la caracteriza y tanto atrae e nuestros afiliados, votantes y hasta los que todavía no lo son, pero ya se plantean seriamente serlo. En el periodo en que ha encabezado la gestora, el Partido Popular ha recuperado en la región de Madrid 275.000 votos. Un síntoma y un gran comienzo.
A los socialistas que siempre han vivido en un relato político de ficción les he oído muchas veces decir que en España el mapa político de la democracia se parecía mucho al de la república. Nada más lejos. En esa república de infausta memoria donde se fraguó entre todos una tragedia histórica, Madrid y el histórico Reino de Valencia votaban a la izquierda y eso desde finales de los años 90 del pasado siglo ya no es así. No es así de forma rotunda.
Las pasadas elecciones municipales y autonómicas, el PP perdió mucho poder municipal en la región de Madrid, pero siguió siendo el primer partido con diferencia en los ayuntamientos. En Valencia de la misma manera.
Cifuentes tiene muchos desafíos políticos y se ha subido a todos ellos para domarlos. En su cabeza política está recuperar el terreno perdido y el gobierno de mucho municipios en los que aún siendo la primera fuerza política los populares viven en la oposición. No es fácil pero sí posible, cada día que pasa más posible, dar la vuelta a esta situación, está al alcance de la mano y no lo va a desaprovechar y también ser la fuerza hegemónica en la Asamblea de Madrid con mayor presencia de la que hoy tenemos. Su figura y su gestión lo predicen. Para ello necesita un partido unido, fuerte y renovado y a ello dedicó toda su atención desde el primer día de presidenta de la gestora. Y en estos momentos, con el gran espaldarazo recibido, mucho más.
El PSOE madrileño está hundido, no solo porque el preciso y terminante empuje de Podemos en la izquierda le dejó noqueado desde el 20 de diciembre de 2015 (en Madrid fueron cuarta fuerza política), sino porque su actual dirección es de menor cuantía y a sus generaciones de refresco con posibilidades de regeneración no se les va a permitir acceder. Selección por eliminación de los que destacan, esa es la filosofía del socialismo madrileño. Han cultivado el error político con maestría, sus bases son de un izquierdismo venezolano y prefieren no pensar. Por ahí no van a crecer nunca. Y Ciudadanos … Ay Ciudadanos…Es que me da la risa. No me gusta criticarles tanto aunque pueda parecer lo contrario, pero se empeñan y se endeudan en bagatelas y tonterías, quieren poner a los populares en situaciones comprometidas y emborracharse con demagogia todas las tardes para sufrir una resaca de aclaraciones todas las mañanas. Están empezando a resultar la fuerza de los poco serios, apoyan al PP y se enredan con Podemos, y la gente se pregunta en qué están pensando y cuál es su ignoto proyecto para Madrid. Y para España.
Cifuentes tiene experiencia, sabiduría, decisión, coraje y se ha colocado por mérito propio en un escenario que sabe manejar y que utiliza para que la razón y el progreso no se escapen de Madrid. Cristina Cifuentes es mucho y habrá todavía más.
También tiene ocupaciones y preocupaciones que debe manejar con la habilidad que la caracteriza. Podemos está mucho más fuerte de lo que dicen y es la verdadera y negra alternativa desde la autodestrucción del socialismo, que no dudará en apoyarles como ha hecho en el Ayuntamiento de Madrid. Y los celos de los cercanos. Un éxito como el suyo no deja indiferentes a los envidiosos y la envidia es una pasión ácida que estimula los más bajos instintos. Para lo que necesita en cada caso, en todo, nos tiene a todos. ¡Adelante!
Juan Soler