El día 10 de diciembre, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, informó que Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública de México en tiempos de Felipe Calderón Hinojosa, fue arrestado por una acusación formal en un tribunal federal en Brooklyn, con tres cargos de conspiración de tráfico de cocaína y otro de hacer declaraciones falsas ante la autoridad migratoria, fue detenido ayer por agentes federales en Dallas, Texas, el Gobierno Federal buscará su traslado al Distrito Este de Nueva York.
El gobierno de la 4T, ha dado respuestas: durante las conferencias matutinas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ante el supuesto que el juicio lleve a pesquisas contra el Ex Presidente Calderón, fijó que no se le defendería, como postura del Estado Mexicano, ordenó también a todos los funcionarios del Gobierno a su cargo, cesar a quienes hayan trabajado con el ex Secretario detenido, y según la periodista Anabel Hernández, operan aún en puestos claves. Por otra parte, la Unidad de Inteligencia Financiera, ha congelado 11 cuentas bancarias vinculadas a la familia, los socios y las empresas de García Luna, con apoyo de información obtenida a través de la colaboración internacional.
El arresto del otrora poderoso Secretario de Seguridad Pública del calderonato, confirma el supuesto del narco Estado en el cual devino el fraude electoral de 2006.
Luego de una ilegítima ascensión al poder, Calderón intentó a través de la difusión mediática de sucesivos golpes contra la delincuencia organizada, obtener la autoridad que no pudo en las urnas.
Esto lo llevó a iniciar la guerra contra el narcotráfico con un saldo de 121 mil 683 muertes violentas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el centro de esta estrategia, estuvo siempre la figura de Genaro García Luna, de acuerdo con distintas fuentes y las filtraciones de WikiLeaks, siendo Secretario de Seguridad Pública, entregó a los servicios extranjeros, libre acceso a las bases de datos de inteligencia de nuestro País y les permitió participar uniformados y con armas en operativos dentro del territorio nacional.
Al mismo tiempo, según lo informó el pasado martes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, daba protección al Cartel de Sinaloa a cambio de millones de Dólares.
El fracaso de la guerra aún no termina, queda pendiente al desarrollo del juicio, la identidad de los cómplices implicados en los hechos donde se sustentan las acusaciones.
Las aclaraciones, por parte de políticos de derecha en redes sociales, son una burla a las muertes.
Siempre contó con el apoyo de Calderón, lo nombró, a pesar del informe del General Tomás Ángeles Dauahare, lo sostuvo durante sus rivalidades con otros miembros del gabinete, como aquella ante el Procurador Medina Mora, fue su protegido ante las revelaciones periodísticas como la de Anabel Hernández, o ante los señalamientos en las comparecencias hechas por Gerardo Fernández Noroña, nunca notó que encarcelaron al excoordinador regional de la Policía Federal Preventiva, Javier Herrera Valles para acallar los cuestionamientos a su funcionario consentido ni los asesinatos de los agentes que participaron en el decomiso de 19 toneladas de pseudoefedrina en Michoacán y en el aseguramiento de 205 millones de dólares a Zhenli Ye Gon.
También es escarnio, cuando algunos columnistas y presentadores de noticias, resaltan los reconocimientos del Gobierno de los Estados Unidos a García Luna y demeritan la acusación porque proviene de testigos protegidos, soslayan dos cosas: las agencias estadounidenses, manejan agendas autónomas y diversas entre sí y la acusación formal es resultado de un proceso jurídico previo al juicio donde las pruebas son evaluadas en idoneidad para causa probable y una vez establecida esta, se presenta a un gran jurado para que vote los cargos propuestos.
De comprobarse, el acusado estaría enfrentando una sentencia que va desde los 10 años hasta la cadena perpetua y ante esta, su testimonio en colaboración podría, con otros datos, ser base para nuevos juicios.
La justicia penal daría cuenta del último argumento al cual se aferraba la derecha, la guerra contra el narco.
Las investigaciones en ambos países, terminarán por resolver el papel de los protectores y subalternos del personaje en la construcción del narco estado en que nos hundió el calderonato, será un camino largo, son muchos años, son muchas muertes.
Al confirmarse su participación, se habrán condenado también a la muerte política, y con ella a su pretensión de seguir medrando luego de burlar el voto en 2006.
Ariel Maldonado Leza