En esta ,mi primera columna en Estrella Digital, al referirme a la Administración de Justicia, quisiera poder haber escrito que ésta, era un Poder del Estado, respetado por los otros poderes y la clase política en general ,para desarrollar libremente, sus funciones de aplicar con independencia e imparcialmente , el ordenamiento jurídico a todos los ciudadanos ,como iguales ante la ley .
Pues bien ,no es así y hay muchas sombras que se ciernen sobre ella ,aunque también hay alguna luz de esperanza .
De una manera muy somera y por supuesto no exhaustiva ,voy a tratar 2 sombras graves, que se ciernen sobre ella .
La primera ,son los ataques de algunos políticos , directos personales a los jueces ,para tratar de desligitimar decisiones que les son desfavorables, unido a la descalificación de la legitimidad del propio Poder Judicial
Español , por parte de sectores independentistas catalanes y supuestamente por su exigencia , la intromision gubernamental ,en la relación institucional del jefe del Estado con el Poder Judicial, vetando su presencia en actos de relieve , como la entrega de despachos a los nuevos jueces .
La segunda , es el peligro, que está vez viene de los grandes partidos nacionales, para con el pretexto de conferir la instrucción penal ,al Ministerio Fiscal ,que ya la tiene compartida con los jueces de instrucción , realizar el objetivo hace mucho tiempo buscado, de suprimir a estos últimos, dejándo a los jueces en meras funciones de garantía. Con ello tratan de evitar instrucciones incómodas para los politicos y
poderosos personajes, del mundo económico financieros y tambien con la pretensión tácita, de suprimir o entorpecer con ello la acción popular .No se olvide que el Ministerio Fiscal se rige por el principio de dependencia jerárquica ,mientras que los jueces al margen de posibles presiones son independientes, lo que siempre ha incomodado a los poderes políticos, con ansia expansiva de poder sin control.
Manuel Álvarez de Mon de Soto
Pero de otro lado ,aún hay luces ,y éstas son el deseo general de los jueces de preservar su independencia para actuar libre e imparcialmente y también la existencia de medios de comunicación, dispuestos a informar y opinar sobre funcionamiento de la Administración de la Justicia, al menos mientras haya libertad de información, única garanxtía ,de la supervivencia de una sociedad democrática.
Manuel Álvarez De Mon Soto