Este próximo domingo 24 de septiembre miles de madrileños y españoles nos vamos a lanzar a la calle, cuando escasamente han pasado dos meses desde la celebración de las elecciones generales.
¿Y por qué sucede esto? ¿Realmente hay motivos para manifestarse?
Desde el Partido Popular creemos que evidentemente sobran motivos para manifestarse, pues vivimos en un momento clave en nuestra historia democrática, y que esta movilización es más necesaria que nunca, por dos motivos fundamentales.
En primer lugar, los pactos que está pergeñando Sánchez, más que oscuros, tenebrosos, se están llevando a cabo con partidos contrarios a nuestra Constitución y nuestro Estado de Derecho.
Los Bildu, ERC o Junts nunca se han ocultado como enemigos declarados de España y de la convivencia de los españoles; son quienes más nos han hecho sufrir como nación. Sus políticas y métodos han ido encaminados a ello: en el caso de Bildu (con sus marcas electorales anteriores) como soporte de un grupo terrorista durante décadas, y en el caso de los independentistas catalanes, como autores de un golpe de estado en 2017. Siempre han estado en el ataque al Estado y a los españoles, y ahí siguen y seguirán aunque ahora parezcan apaciguados (acumulación de fuerzas lo llamaba ETA en su estrategia terrorista).
La nefasta novedad aportada por el Sanchismo, ha sido incluir a estos partidos en la gobernabilidad del Estado, normalizar su papel en el juego parlamentario y en las alianzas de gobierno, y blanquearles presentándoles como partidos que buscan el bien para los españoles.
Y en segundo lugar y más importante aún que lo anterior, pero consecuencia de ello, es que Pedro Sánchez para llegar a buen éxito en su investidura, está dispuesto a ceder lo que sea y con quien sea, especialmente con estos partidos, todo ello tras perder las elecciones ante Feijóo.
A cambio de su investidura, Junts, ERC y Bildu le exigen políticas y gestos a Sánchez, que durante décadas hubieran sido rechazados por el PSOE tradicional como ha hecho desde que es Presidente, pues no en vano sus proyectos legislativos han sido aprobados gracias a estos partidos.
Sin embargo, lo diferencial y más grave de la actual situación es que lo que pide en esta negociación el independentismo catalán, es ni más ni menos que medidas inconstitucionales, medidas que no tienen encaje en nuestra constitución, y que van contra las raíces de nuestro estado de derecho.
Van contra la igualdad de todos los españoles, pretenden amnistiar a los causantes de un golpe de estado, tras haber eliminado los delitos de sedición y rebelión en el código penal dejando un estado más débil, y sobre todo, es que esta medida de gracia, la amnistía, no tiene encaje en nuestra legislación.
Y todo esto es gravísimo y causa mucha preocupación y desazón a millones de españoles, no solo a quienes votan al centro y a la derecha, sino también a quienes dirigieron al socialismo desde la Transición.
Sánchez está sin freno y en otro de sus ya legendarios cambios de opinión, un eufemismo que esconde la conjugación del verbo mentir, está dispuesto a rebasar incluso el marco constitucional con tal de seguir durmiendo en La Moncloa.
Por ello, a los ciudadanos, las instituciones judiciales tardarán en hablar, no nos queda otro recurso que, de manera siempre pacífica y democrática, salgamos a las calles a protestar y a decir que estamos radicalmente en contra de rebajar nuestra dignidad como nación.
Los españoles, y España, nos merecemos respeto y un futuro en paz y convivencia, y así lo vamos a decir muy alto el próximo domingo en las calles de Madrid.