Tal y como todo el mundo esperaba, el PSOE y Sumar alcanzaron un acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años. Un acuerdo con la intención de, en palabras del Presidente Pedro Sánchez, “consolidar estos cuatro años de políticas progresistas para la mayoría”.
De esta manera se cumple en primer paso de lo que Pedro Sánchez ha ido trasladando de manera clara a sus interlocutores en las diferentes reuniones celebradas con todos los grupos parlamentarios, salvo Vox, los agentes sociales y representantes de la sociedad civil: su intención de formar un gobierno estable de coalición para una legislatura completa. Con este acuerdo se responde también a las solicitudes que desde algunos ámbitos de la sociedad se venían produciendo, pidiendo información sobre la marcha del proceso de negociación de investidura. Además, se disipan las dudas y reservas de quienes quieren avanzar en la consecución de un gobierno de progreso pero temían que todo girara en torno a un único tema. De esta manera el marco público de la legítima discusión sobre el pacto de investidura lo vuelve a fijar el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dando carpetazo a las conjeturas, especulaciones e infundios interesados con los que algunos tratan de confundir e incendiar a la ciudadanía.
El acuerdo recoge en buena medida el sentir del votante progresista, profundizando en los principales éxitos del primer Gobierno de coalición, especialmente en derechos laborales, política fiscal y transformación energética. Cuarenta y ocho páginas con más de doscientos cuarenta puntos que incluyen medidas en materia de educación, sanidad, vivienda, pensiones, empleo, economía, derechos sociales, agenda verde, lucha contra la despoblación, igualdad, justicia cultura o deporte. Resulta interesante señalar algunos de los principales puntos del texto pactado:
- Reducir la jornada laboral máxima legal a 37 horas y media semanales.
- Actualización de las pensiones conforme al IPC.
- Aumentar las pensiones mínimas y no contributivas por encima de la revalorización de las pensiones contributivas, hasta alcanzar la media europea.
- Pacto de rentas por la estabilidad de precios.
- Aumentar el parque público de vivienda pública hasta el 20% del total.
- Fortalecer la atención primaria para aumentar plantillas, mejorar infraestructuras y modernizar el equipamiento de los centros sanitarios.
- Universalizar la educación de 0 a 3 años.
- Cumplir con el objetivo de un 55% de reducción de emisiones en 2030.
- Acabar con las listas de espera en la sanidad pública.
- En el ámbito universitario, incrementar la dotación de becas y reducir el precio de las tasas universitarias.
- Cesta de la compra básica a precios asequibles que permita el acceso de todas las familias.
- Extender el permiso de paternidad y maternidad hasta las 20 semanas.
- Hacer más progresivo el IRPF e igualar la tributación de las rentas del capital y el trabajo.
- Revisar los gravámenes sobre la banca y las empresas energéticas.
- Desarrollar la Ley de Memoria Democrática
- Seguir trabajando para lograr la igualdad de género efectiva en el deporte.
Mientras el PP se dedica a inflamar la calle y a realizar un uso torticero de las instituciones, tal y como vimos hace unos días en el Senado, convirtiéndolo en un instrumento a su servicio para boicotear cualquier acuerdo de gobierno, el PSOE adquiere públicamente y con transparencia compromisos claros precisos, plasmados en un conjunto de medidas, para mejorar la vida de los españoles y las españolas.
Resulta llamativa la confluencia de intereses de un sector del independentismo y del PP para hacer naufragar la formación de un gobierno en España. Los primeros pretenden paralizar al Estado español como estrategia para avanzar hacia la independencia, lo cual es contradictorio con lo que dice pretender el PP, evitar la ruptura de España. Entonces, ¿qué pretende realmente el PP? Cada vez parece más evidente que cuando Feijóo y los suyos hablan de los intereses de España en realidad se refieren a los suyos y los de su partido.
Como viene recogido en el último párrafo del acuerdo, nos adentramos en una década que será decisiva para el futuro de España y el mundo, y nuestro país necesita un gobierno que esté a la altura. Estas últimas semanas estamos viendo lo que hacemos unos y otros y quienes queremos verdaderamente estar a la altura para afrontar el reto de construir una España mejor. Una España más social, más sostenible, más verde, más plural y con más bienestar social, que garantice el avance en derechos. La España de la convivencia, de la concordia, de la estabilidad y de la ilusión. La España del progreso para todos y todas.