jueves, noviembre 21, 2024
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Es la hora de la respuesta de España

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José Virgilio Menéndez Medrano
José Virgilio Menéndez Medrano
Diputado en la Asamblea. Secretario General del Grupo PP en la Asamblea de Madrid.

“Es el momento, no lo dejes pasar. Sabemos que estás cabreado porque votaste socialista ante la promesa de ser firmes contra el independentismo y de negarse a una amnistía, o porque confiaste en la honradez del PSOE porque desde la moción de censura contra Rajoy identificabas al PP con la corrupción”.
Esta es la apelación que se les podría hacer a los votantes socialistas desencantados.
Pero esta también podría ser la reflexión que cualquier ciudadano español debería llevar grabado en fuego de cara a las elecciones europeas del 9 de junio.
Y es que el próximo domingo 9 no solo se celebran unas elecciones a un Parlamento Europeo, cada vez más decisivo en nuestras vidas, aunque parezca tan lejano, sino que se celebra una especie de plebiscito sobre el año de desgobierno que nos ha “ofrecido” Pedro Sánchez.
Y no, no es hacer de menos ni restar importancia a lo que son unos comicios europeos, especialmente en un país que es de los más europeístas de todo Europa.
España siempre fue Europa, y siempre quiso estar en el corazón de la misma. Europa representaba la modernidad, la democracia y la libertad de las que aquí carecíamos. Europa es, además, en la actualidad, la mejor protección y garantía de nuestro estado de Derecho, y nuestro mejor lugar de estar en un mundo tan globalizado.
Contra los más euroescépticos, hoy en la extrema izquierda por un lado y en Vox por otro, debemos valorar la estabilidad que da a nuestro continente formar parte de una familia de países que comparten el valor supremo de la democracia, la libertad y los derechos humanos.
Haciendo un poco de Historia, cabe recordar que los padres fundadores del movimiento europeísta (Monnet, De Gasperi, Schumann o Adenauer) idearon esta unión como el mejor antídoto contra los hipernacionalismos populistas que nos habían llevado a dos guerras europeas, luego transformadas en mundiales.
El proyecto común europeo nació, por tanto, para evitar que los europeos nunca más nos matáramos por culpa de dichos nacionalistas expansionistas.
Y en eso debemos felicitar a aquellos visionarios pues Europa disfruta del mayor periodo en paz de su historia, más allá de conflictos de disgregación de antiguas naciones, o el creciente expansionismo ruso, si bien ambos fenómenos fuera de la Unión Europea.
Seguir en esta senda europeísta es lo que se vota en estas elecciones, pero no solo, como antes decía.
En la semana en que se ha escenificado el único leit motiv de la legislatura, la aprobación de una amnistía inconstitucional a cambio de poder y prebendas (y por lo que parece, de negocios turbios también), es un buen momento de valorar lo que llevamos de dicha legislatura, tras la conformación de un gobierno entre quienes perdieron las elecciones generales del año pasado.
En un año, sólo el proyecto de ley de amnistía ha avanzado hasta ser aprobado por las Cortes; ni proyecto de Presupuestos presentado (el Sánchez de antes decía que sin Presupuestos había que dimitir y dejar gobernar a otros), ni leyes aprobadas (esperpéntica retirada en el Congreso del proyecto de Ley del Suelo tras rechazarse la Ley para abolir la prostitución).
Y junto a ello, el Gobierno que organizó una moción de censura en base a un párrafo opinativo de una sentencia de más de mil páginas, está noqueado por la imputación (hasta ayer negada por el Gobierno) de la “Presidenta del Gobierno”, Patxi López dixit, y por las ramificaciones múltiples en toda la administración (General del Estado y de CCAA) del llamado Caso PSOE.
No es buena hoja de servicios, y difícilmente se pueden aguantar así 4 años de legislatura cuando les es imposible tener una mayoría parlamentaria que sustente al Gobierno, más allá de haber votado una investidura en contra del centro derecha y Vox, cada día más sostén básico del régimen sanchista.
Por tanto, es buen momento de decir Basta Ya, que así no vamos a seguir en este sinsentido sin rumbo hacia ningún lado, y de decir que queremos un gobierno que sí se preocupe por los problemas de los ciudadanos.
España tiene muchos problemas, y estos se están agravando. En el perfecto diagnóstico que hizo Feijoo cuando se presentó a la investidura fallida, España tiene problemas estructurales que no preocupan a los socialistas: la organización territorial, una economía sin reformas, una presión fiscal insoportable, el agua que no llega a algunas Comunidades Autónomas, unos servicios públicos cada vez más deficientes, o la escasez de nacimientos de niños, son problemas demasiado serios como para ser abordados por este Gobierno de tercera regional solo preocupado de aguantar como sea y de crear problemas donde no los había.
Somos muchos los que pensamos que es vital y necesario un cambio de rumbo que debería llegar cuanto antes, y creemos que una derrota de Sánchez en estas elecciones europeas, puede acabar con la legislatura e ir hacia unas elecciones generales para que el pueblo español hable.
Por tanto, el día 9 elegiremos el Parlamento Europeo, y de paso, tenemos la gran oportunidad de enviar un claro mensaje de reproche y censura a Sánchez, a los negocios de su esposa, al PSOE sanchista, a esa extrema izquierda sweet de Sumar, a los independentistas y a los batasunos. Es el momento de responder en las urnas.

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