Esta semana, en rueda de prensa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho balance del curso político, analizando el trabajo realizado por el Gobierno desde su formación, a finales de noviembre del año pasado, a través de la presentación de una nueva edición del informe de rendición de cuentas del Gobierno de España, con el adecuado nombre de “Cumpliendo”. Precisamente la elaboración de este informe constituye un claro ejemplo de una de las prioridades del Ejecutivo, la transparencia, materia en la que nuestro país, gracias al impulso que se le ha dado en los últimos años, se ha situado en la vanguardia internacional y nos permite avanzar en términos de calidad democrática y cultura de la gobernanza pública.
Analizar con absoluto rigor y objetividad, sin dejarnos influenciar de alguna manera por nuestros principios y valores o, en este caso, también por nuestro sesgo ideológico, es un ejercicio condenado al fracaso. La condición humana es cómo es y no podemos disociarnos de ella. Por tanto, me voy a limitar a dejar aquí mi humilde opinión sobre este periodo de ocho meses, aportando, eso sí, argumentos y datos, para dejar que cada lector saque sus propias conclusiones.
Pedro Sánchez estableció en su discurso de investidura una serie de compromisos alineados en torno a ocho líneas estratégicas: culminar la modernización socioeconómica en clave verde y digital; reforzar el Estado de bienestar; mejorar el acceso a la vivienda; impulsar una transición ecológica justa; consolidar España como referencia mundial en igualdad entre mujeres y hombres; fortalecer la cohesión territorial y hacer frente al reto demográfico; avanzar en la convivencia; y reforzar el liderazgo de España en Europa y en el mundo. Vamos a repasar en qué punto se encuentran algunos de ellos.
En el ámbito económico, España cierra el curso político en una situación envidiable. Nuestro país certifica la fortaleza de su economía con un elevado crecimiento en el segundo trimestre del 2024, del 0,8%, que impulsa el crecimiento interanual hasta el 2,9%, casi el triple de la media europea, muy por encima de las principales economías de la UE, superando las previsiones de diferentes organismos internacionales. Al excelente comportamiento del sector exterior, con un aumento interanual de las exportaciones del 3,6%, se suma el buen desempeño de todas las ramas de actividad, especialmente de la industria manufacturera, que creció un 5,6% en el último año. El consumo privado, aumenta un 2,3% en el último año, impulsado por las ganancias de poder adquisitivo y la evolución del empleo. También se produce un incremento de la inversión, especialmente en bienes de equipo y en vivienda, con un avance del 1,5% y del 1,2%, respectivamente, así como una moderación de los precios, con una bajada de la inflación de seis décimas en julio, hasta el 2,8%. A todo ello hay que sumarle los impresionantes datos del turismo, que cerrará el año con cerca de 100 millones de visitantes. Así mismo, hay que destacar la situación del mercado de trabajo, con la menor tasa de paro desde el año 2008, un 11,2%, y la cifra récord de empleo, con casi 21,7 millones de ocupados. La adecuada orientación de las políticas económicas, así como las correspondientes reformas y medidas implementadas están permitiendo mantener unos magníficos datos macroeconómicos, que se están trasladando también a los datos micro, mejorando la situación y perspectivas económicas de familias y empresas. Todos estos datos contrastan con las erróneas predicciones de Alberto Núñez Feijóo, que auguraba una profunda crisis que no ha llegado. Una vez más “el dato mata el relato”, y los datos son incontestables.
En materia de igualdad social, cabe citar en este periodo, entre otras medidas, el aumento de las pensiones, del Salario Mínimo Interprofesional y del número de hogares que reciben el Ingreso Mínimo Vital, así como la prórroga de medidas para proteger el poder adquisitivo de las familias, como la reducción del IVA de los alimentos, el bono social eléctrico, el alivio hipotecario o la reducción del precio del transporte público. Además, hay que destacar, dada su importancia social en una sociedad con tantas personas mayores, la revalorización de las pensiones o la dignificación del ejercicio público mediante el incremento retributivo de los empleados públicos. Igualmente hay que destacar la modificación del artículo 49 de la Constitución para reforzar la protección constitucional de los derechos de las personas con discapacidad, así como la aprobación de la Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres con la que se garantiza la representación efectiva de las mujeres en los ámbitos decisorios de la vida política y económica. La intención del Gobierno de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos se pone de manifiesto con este conjunto de medidas que no hacen sino fortalecer y mejorar el Estado de Bienestar, diezmado por los duros recortes durante los años de gobierno de Rajoy.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental, el compromiso del Gobierno es innegable, siendo nuestro país la «quinta gran economía más sostenible del planeta» y con el objetivo de convertirse en la primera. El porcentaje de generación eléctrica renovable en el mix eléctrico español ha alcanzado en 2024 el 59,8%, frente a un 38% en 2018. En 2023, renovables representaron el 50,4% de la producción eléctrica en España.
El presidente puede añadir a esa hoja de resultados el apaciguamiento del conflicto catalán. La Ley de amnistía empieza a dar sus frutos, a pesar de todo lo que pregonaba la derecha y la extrema derecha. Apostar por el diálogo como herramienta para abordar los conflictos territoriales ha demostrado ser la fórmula más eficaz para garantizar una mejor convivencia y el reencuentro entre Cataluña y el resto de España. El porcentaje de ciudadanos y ciudadanas de Cataluña que quieren que Cataluña continue siendo parte de España ha pasado del 43,6% en octubre de 2017 al 53,3% en junio de 2024, diez puntos porcentuales más. Además, recordemos que en las pasadas elecciones catalanas, ganó un partido no independentista, el PSC, que, por primera vez, el Parlamento catalán no tiene mayoría soberanista y todo parece indicar que habrá un presidente que no tiene dudas en que Cataluña forma parte de España., Salvador Illa.
En política internacional hay que destacar el reconocimiento de Palestina por España. Este reconocimiento no solo simboliza un gesto de solidaridad, sino también una apuesta del Gobierno español por el diálogo, la negociación y el respeto a los derechos humanos. España se ha convertido en un referente de la defensa del derecho internacional, con valentía y sin dobles raseros.
En definitiva, podemos hablar de un balance de estos ocho meses positivo, en el que el Gobierno ha trabajado y ha cosechado buenos resultados, produciéndose un avance significativo en la mayoría de los compromisos asumidos. Frente a esta realidad, tenemos a un Partido Popular sin ideas ni proyecto de país, instalado en la oposición más dura e intransigente, incapaz de elaborar o presentar ningún tipo de propuesta. Sus dirigentes sólo hablan de amnistía, ruptura de España, o Begoña Gómez, utilizando para ello toda suerte de insultos y bulos. El resumen de este periodo es claro: un Gobierno que gobierna para seguir avanzando y progresando frente a una oposición incapaz de ser alternativa.