lunes, septiembre 16, 2024
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También ha caído el Banco de España

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José Virgilio Menéndez Medrano
José Virgilio Menéndez Medrano
Diputado en la Asamblea. Secretario General del Grupo PP en la Asamblea de Madrid.

Otra más. Otra institución del Estado conquistada, colonizada, invadida e intervenida. Nada queda ya independiente y autónomo en el Estado en esta deriva autocrática que caracteriza a este presidente del gobierno.

Con el nombramiento de Escrivá al frente del Banco de España, un mal ministro caracterizado por su intolerancia a las críticas y por ser muy déspota en sus formas con la oposición, ya nada queda de instituciones que antaño eran independientes y que servían de contrapeso al poder ejecutivo en el necesario e imprescindible equilibrio de poderes que caracteriza a los estados democráticos.

Especialmente delicado es el puesto de Gobernador del Banco de España que ahora asalta Sánchez. A esta figura del Gobernador, regulada en la llamada Ley de Autonomía del Banco de España, se le encomienda una fiscalización crítica de la política del Gobierno.

Con el nombramiento una vez más de un Ministro, alguien tan cercano al presidente, se aboca a la institución a cerrar filas con todo lo que haga el Gobierno y a hacer un seguidismo permanente de las decisiones gubernamentales, especialmente delicadas y bajo lupa, ahora que Sánchez ha decidió privilegiar a Cataluña por encima de los demás, rompiendo la solidaridad entre territorios y decidiendo que en España hay ciudadanos de primera y de segunda, y con un Gobierno tan propenso al despilfarro y al gasto político.

Todo en este nombramiento, por tanto, es criticable. 

Se invade un puesto técnico de supervisor con un ministro, en esa práctica de puertas giratorias que el Pedro de antes de ser presidente detestaba y estaba decidido a acabar con ellas, pero práctica en la que ahora es un maestro. 

Se acaba con la autonomía que la propia enunciación de la ley proclama, ya que la institución queda subordinada a los caprichos de Sánchez.

Se acaba de un plumazo con el prestigio de una institución compuesta por personas de muy alta cualificación profesional, y que hasta ahora era una referencia en la Unión Europea, que había recuperado esa reputación minorada tras la presidencia de otro político socialista como fue Fernández Ordóñez.

Se prescinde de consensuar un nombramiento así con la oposición democrática, especialmente cuando hablamos del primer partido de España en las urnas. 

Y se da otro paso más en la colonización del Estado.

Ya no es que Correos o el INE o la SEPI la ocupen cargos políticos, cosa que siempre ha ocurrido en mayor o menor término, aunque la cualificación de los directivos de la época PP estaba muy por encima de los Juanmas Serrano o dirigentes del PSC que ahora ocupan dichos puestos de responsabilidad.

El tema es que ahora el Tribunal Constitucional lo ocupa un sectario personaje, que ha ensuciado todo lo que ha podido el ambiente político y jurídico durante el sanchismo y el zapaterismo. Y como se va comprobando en las sentencias que hacen, y en los resultados en todas las votaciones de dichas sentencias, el Tribunal Constitucional es un lugar donde todo está atado y bien atado como en las dictaduras, bajo la presidencia de Conde Pumpido.

La Fiscalía del Estado también ha sido objetivo prioritario número uno de Sánchez: ahora sabemos que necesita controlar la Fiscalía no sólo para utilizar la institución políticamente, sino porque su gestión y la de los más allegados es algo que necesita ser protegida continuamente. De Dolores Delgado, otra mala ministra con muchos intereses particulares en su casa, hemos pasado a uno de los más fieles vasallos sanchistas, que ha ido al límite y ha rebasado el derecho a protegerse de los ciudadanos en su anonimato y en la igualdad ante la Justicia. El futuro de este señor no es muy halagüeño tras el procedimiento judicial abierto contra él. 

El CIS también formado por grandes profesionales, es otra institución sometida a los caprichos y el politiqueo de la más baja ralea, y que ha sufrido una pérdida reputacional a pasos agigantados porque Tezanos lo ha convertido en una parte de la estrategia electoral del partido socialista.

¿De TVE qué podemos decir? Ha pasado de ser dirigida por expertos en televisión, profesionales del sector e incluso abogados del Estado, a una militante del PSOE de baja cualificación, pero de estricta obediencia al Jefe.

¿Y de EFE? La agencia de noticias en la actualidad más pro Maduro del mundo occidental, ha pasado de las manos de Garea, un profesional de izquierdas pero honesto e independiente, a las del anterior secretario de Estado de Comunicación. Así, directamente.

Por cierto, si estas altas instituciones del Estado están al servicio de Sánchez, ¿se imaginan el nivel de obediencia y servilismo de cualquier director general o asesor del Gobierno? Begoña Gómez se lo imaginaba y a fe que lo ha probado.

En definitiva, seguimos en este camino a la autocracia que asomó la pasada legislatura y que esta ya se ha manifestado como objetivo político del presidente del Gobierno. Sánchez quiere todo el poder y no se corta: nada le para, ni tradiciones democráticas, ni consensos establecidos, ni costumbres de las instituciones. 

Va a por la permanencia del poder y a por la impunidad de todos los actos propios, de su familia y de sus amigos. Y ya nadie se puede engañar ni sorprender de esto.

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