Sinceramente, ¡qué suerte tenemos en la Comunidad de Madrid de que nuestro gobierno regional sea presidido por Isabel Díaz Ayuso!
Esta es mi principal conclusión tras el Debate del Estado de la Región de 2024 celebrado los pasados 12 y 13 de septiembre.
Dicha conclusión suena a adulación, pero las razones que tengo para expresarla, en mi opinión, son objetivas y fundamentadas.
En primer lugar, la presidenta demostró que domina “los temas”, que conoce su gobierno y que se sabe las políticas que son llevadas a cabo desde cada departamento de su administración.
No es una dirigente que recite un discurso bien preparado, o que sea tan rápida para las réplicas en el debate; sino que al conocer al dedillo qué están haciendo las consejerías de su gobierno, lo que demuestra es que dicho trabajo de las consejerías llevan su impronta y ella ha estado en la elaboración e implantación de las políticas.
El gobierno Ayuso, realmente, es un gobierno de autor, por decirlo de manera clara.
En segundo lugar, todos los que asistimos al debate vimos que la presidenta está muy ágil, que está consciente y asume perfectamente la carga pesada que representa ser la presidenta de más de 7 millones de personas en una región viva, puntera y locomotora de toda España, una región dinámica y en la que pasan muchas cosas en todo los ámbitos de la vida. Y cómo no, está batalladora pues ser el objeto de las despiadadas campañas personales, machistas e injustas, lanzadas desde Moncloa y su VI Flota Mediática, no la amedrentan, ni la silencian, ni la desvían de su tarea de presidenta.
Y en tercer lugar, además de las dos aseveraciones anteriores, los otros tres portavoces que intentaron medirse con ella, una vez más demostraron, y por desgracia en esto se une Vox a las izquierdas, su desconocimiento de Madrid, la inexistencia de alternativas, su demagogia populista, sus ganas de querer cambiarnos a los madrileños para ser como a ellos les gustaría, y hasta su escasa talla como pretendientes al “trono” madrileño.
Ahora mismo la oposición madrileña es un erial con tres líderes con pinta de ser cada día más provisionales y una fecha de caducidad próxima, que agarran la brocha gorda del insulto y la descalificación personal con lo que sea, y que cuando hacen alguna propuesta, o es irrealizable o siempre es para que los madrileños sean menos libres y más súbditos y vivan peor.
Fueron políticamente muy inferiores en el debate. Pero es que la presidenta además de ganarles la batalla dialéctica y el debate dedicó gran parte de sus intervenciones para anunciar hasta 95 medidas, sí, 95 medidas nuevas cuando el programa electoral con el que el PP se presentó a las elecciones de 2023 (sólo hace un ala), ya se está cumpliendo prácticamente en su totalidad. Esto no demuestra más que una gran capacidad por parte de todo el gobierno de que siguen muy apegados a la realidad y a las nuevas necesidades que las personas y las localidades van teniendo.
La totalidad de esas medidas tienen un objetivo común: la mejora de la vida de las personas.
Son medidas para mejorar la sanidad y por tanto la atención sanitaria a los madrileños; medidas para avanzar en la digitalización para que Madrid siga siendo puntera en la materia y así haya más oportunidades laborales y de negocio para nuestros conciudadanos; medidas de más viviendas a entregar gracias al muy eficaz programa VIVE, especialmente dedicados a nuestras personas más jóvenes, así como a personas en dificultades; medidas para favorecer la conciliación personal y familiar como todas las relativas a la educación en que los alumnos, y las familias también, salgan beneficiados; inversiones en infraestructuras y equipamientos en educación, sanidad o carreteras en localidades en que ahora misma haya carencia de ellas; rebajas fiscales con esa filosofía del PP de siempre de bajada de la presión fiscal, fomentando el desarrollo y progreso de cada persona; y ayudas a comerciantes, hosteleros, a dependientes y demás personas que deben sentir a su administración autonómica como un aliado y no como una amenaza, como fomenta los gobiernos de izquierdas.
En definitiva, todas estas medidas son una mezcla de las políticas de siempre del PP perfeccionadas y adecuadas al momento que vivimos, junto con la implantación de políticas nuevas que hacen que Madrid sea pionera y referente en muchos campos, sea digitalización, sanidad o fiscalidad.
Por ello, mientras los tres partidos de la oposición perdieron otra oportunidad de hacer algo útil por los ciudadanos y de demostrar que empatizan con el madrileño de 2024, la presidenta Diaz Ayuso ganó el debate por su dialéctica, por su contenido y por las ganas que tiene de una Madrid a la que quiere, algo esto último, que les resulta tan difícil de hacer a los partidos de oposición, pues querer a Madrid es querer a los madrileños de hoy en día.