La derecha española no ceja en su empeño de trasladar una imagen apocalíptica e irreal del estado de la seguridad ciudadana en nuestro país, propagando todo tipo de bulos y falsedades para tratar de que se asiente en la sociedad un estado de opinión negativo sobre la seguridad de nuestros barrios y ciudades, con el objetivo último de dañar y erosionar al Gobierno de España cueste lo que cueste, único fin al que parecen dedicarse con verdadero empeño los dirigentes de la derecha patria. Esa estrategia de tierra quemada en la que todo vale para acabar con el Gobierno y con su presidente, Pedro Sánchez, en la que se ha instalado la derecha es profundamente irresponsable e inmoral en tanto en cuanto buscan crear en nuestra sociedad un estado de alarma social basado en una visión de la realidad sesgada y falsa, donde no pasa nada si se rebasan determinadas líneas rojas, aunque ello suponga poner en riesgo elementos fundamentales de nuestra democracia.
Afortunadamente la sociedad española es mucho más resistente de lo que algunos se imaginaban a esa sucesión de campañas de desinformación inscritas dentro de esa estrategia global del todo vale que siguen a pies juntillas los Feijóo, Abascal, y compañía. La opinión de los españoles sobre la inseguridad ciudadana en nuestro país ha mejorado considerablemente desde que gobierna Pedro Sánchez. El Barómetro del CIS de enero de 2024 señala la inseguridad ciudadana como principal problema que existe en España solo para el 3,9%, cuando en enero de 2019 lo era para el 6,2% de los españoles y españolas. Estos datos corroboran lo que también dicen las diferentes estadísticas sobre criminalidad, que España es uno de los países más seguros del mundo. Esto es así en buena medida gracias a la eficacia de nuestras fuerzas de seguridad y a la respuesta de nuestro sistema judicial y penitenciario. Sin embargo, conservar estos niveles de seguridad exige no solo aumentar los recursos para hacer frente a los nuevos desafíos, sino también abordar políticas de seguridad innovadoras, que es justamente lo que viene haciendo el Gobierno. Un ejemplo de esto que digo: frente al incremento de los cibercrímenes el Ministerio de Interior aprobó el primer Plan Estratégico contra la Cibercriminalidad y un Plan de Comunicación para concienciar a la ciudadanía, además de implementar planes de acción operativos para la lucha contra la cibercriminalidad, tanto en la Policía Nacional como en la Guardia Civil. Otro ejemplo de respuesta a los nuevos desafíos es el Sistema VioGén-II para una lucha más efectiva contra la violencia machista, una herramienta que facilitará el seguimiento integral en casos de violencia de género. Frente a una oposición ocupada únicamente en destruir, un Gobierno que trabaja en dar respuesta a las demandas, necesidades y problemas de la sociedad española.
La Comunidad de Madrid no es ajena a estos intentos de la derecha de crear una falsa percepción de inseguridad en la ciudadanía. Las declaraciones de la presidenta regional y del alcalde de Madrid hablando de inseguridad en nuestras calles, con expresiones como «cada vez hay más familias madrileñas preocupadas por su integridad y por la de sus hijos» o «la noche en Madrid parece cada vez más insegura» y las constantes referencias a la falta de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Comunidad de Madrid, se alinean milimétricamente con esa estrategia global de la derecha del todo vale y del cuanto peor, mejor. Sin embargo, los datos matan el relato y en este caso son muy esclarecedores y concluyentes. Según el último Balance de criminalidad, en el período de enero a junio de 2024, y en comparación con igual período de 2023, la criminalidad total registrada policialmente en la Comunidad de Madrid ha crecido un 0,3%, debido al aumento de la cibercriminalidad. Por el contrario, la criminalidad convencional, que comprende aquellos delitos que causan más alarma social, descendió un 0,9%. En lo que va de 2024, el número de homicidios es el menor de los últimos 20 años. La tasa de criminalidad en la Comunidad de Madrid se encuentra estable desde hace varios años, con ligeras variaciones, como la que arroja el Balance de Criminalidad del primer semestre del año 2024 en el que se registra el aumento en tan sólo una décima respecto al año anterior, hasta situarse en el 60,1, lo que supone la consolidación de unos buenos datos. De hecho, la tasa actual se encuentra en este momento más baja que antes de la pandemia, y consolidan una evolución positiva que se viene observando desde el año 2012.
Con respecto a la situación de los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Comunidad de Madrid, durante los últimos años se ha alcanzado un máximo histórico de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, más de 20.100 efectivos, es decir, desde el año 2017 se ha producido un aumento del 6.6% del total de agentes, destacando el aumento de casi un 10% de los componentes de la Policía Nacional destinados en la Comunidad de Madrid. Además, este año se incorporarán 531 nuevos guardias civiles en los cuarteles e instalaciones de la Benemérita en la comunidad, el doble que el año pasado, incrementando su presencia en las zonas de su demarcación, y que supone tener cubierto el 100,2% del catálogo.
Por otro lado, el refuerzo de especial intensidad de los dispositivos de seguridad, control y seguimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para combatir a las bandas juveniles, puesto en marcha por el Ministerio del Interior en Madrid en noviembre de 2022, se ha saldado hasta la fecha con 88.483 actuaciones en la Comunidad de Madrid y ha permitido la detención de 3.581 personas, según los datos registrados hasta el mes de julio de 2024. El buen funcionamiento de este plan se refleja en la inexistencia de homicidios en 2024 asociados a bandas juveniles.
Todos estos datos contrastan con las declaraciones de los dirigentes de la derecha y ponen de manifiesto dos cosas: una, las mentiras en las que incurren día sí y día también; la segunda, el firme y decidido compromiso del Gobierno de España con las políticas de seguridad ciudadana, mejorando las infraestructuras, modernizando el equipamiento policial y logrando revertir el proceso de reducción de plantillas sufrido en años anteriores, tras unos recortes en un servicio público esencial que nos habían llevado a mínimos insostenibles durante la etapa del Gobierno de Mariano Rajoy. Bien harían Feijóo, Ayuso y demás dirigentes del PP en volver a la senda de la responsabilidad y del sentido de estado y no jugar con temas tan sensibles como la seguridad ciudadana, mintiendo y tratando de engañar a la ciudadanía. Corren el riesgo de terminar pareciéndose demasiado a los Abascal y Alvise de turno y puestos a elegir, ya se sabe que el ser humano se queda siempre con el original.